Pie de Soraya
Detalle
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Pedro Ampudia
El Arzobispo de Valladolid no está muy contento con eso de que el pregón de Semana Santa en Valladolid lo vaya a dar Soraya Sáenz de Santamaría. La muchacha vive en pecado, casada por lo civil en vez de acudir a lo sagrado. Éste es el Blázquez al que puso el Papa de obispo en Bilbao sacando de quicio a Arzalluz, que dejó un momento de recoger nueces y dijo aquello de "nos mandan aquí a un tal Blazquez" y Anasagasti añadió "loro viejo no aprende a hablar". Bien lo sabía Iñaki, que no había sido capaz de aprender euskera según decía por culpa de Franco. Yo, cuando veo al senador, siempre me acuerdo del refrán venezolano que una vez le dedicó Jon Juaristi: "Más vale mona que vieja pelona". Resultó que Blázquez aprendió euskera y se integró tanto en la parroquia que acabó siendo mas jelkide que Arzalluz firmando aquello de los obispos vascos contra la Ley de Partidos. Fue entonces cuando Juan José Lucas repitió el mantra, pero desde el otro lado,"ese tal Blázquez".
Al actual Arzobispo de Valladolid le parecía muy mal que ilegalizaran Batasuna y le parece muy mal que Soraya vaya a entrar en la Catedral a pregonar como si fuera a quemar los confesionarios como quien quema cajeros en el casco viejo de Bilbao. Esa catedral de Valladolid la proyectó Juan de Herrera y quedó a medio hacer como parece que va a pasar con el Madrid de Mourinho. Bien es cierto que la catedral es de Blázquez, pero la Semana Santa es de todos los vallisoletanos y es el Ayuntamiento quien decide el pregonero. La única voz discordante ha sido la del jefe de la Seo y no parece que venga muy a cuento.
Soraya no será muy de misa y rosario, pero algo debe saber de la Semana Santa de Valladolid, aunque sólo sea porque desde su casa de la calle Felipe II se podían oír los cascos de los caballos del Pregón de las Siete Palabras. Mentiría si dijera que recuerdo a la vice-presidenta de Rajoy aguantando el frío de la procesión del Viernes pero tampoco lo descarto. Yo a Soraya la recuerdo en las primeras filas de una de las clases del turno de tarde de la Facultad de Derecho y los viernes bailando el Tainted Love en las fiestas de medicina. Si de Derecho Canónico hablamos, Soraya en eso también sacó una matrícula.
Pregoneros ha habido de todas clases a lo largo de los años, de Ridruejo a Ana Botella pasando por Blas Piñar que no sé qué pintaba en eso. Javier Ares, Roberto Domínguez y Fernando Fernández Román. El primero de todos fue Cossío y ahora le toca a Soraya torear este toro con la presidencia poco dispuesta a entregar los trofeos.
En La Vida por Delante
El Arzobispo de Valladolid no está muy contento con eso de que el pregón de Semana Santa en Valladolid lo vaya a dar Soraya Sáenz de Santamaría. La muchacha vive en pecado, casada por lo civil en vez de acudir a lo sagrado. Éste es el Blázquez al que puso el Papa de obispo en Bilbao sacando de quicio a Arzalluz, que dejó un momento de recoger nueces y dijo aquello de "nos mandan aquí a un tal Blazquez" y Anasagasti añadió "loro viejo no aprende a hablar". Bien lo sabía Iñaki, que no había sido capaz de aprender euskera según decía por culpa de Franco. Yo, cuando veo al senador, siempre me acuerdo del refrán venezolano que una vez le dedicó Jon Juaristi: "Más vale mona que vieja pelona". Resultó que Blázquez aprendió euskera y se integró tanto en la parroquia que acabó siendo mas jelkide que Arzalluz firmando aquello de los obispos vascos contra la Ley de Partidos. Fue entonces cuando Juan José Lucas repitió el mantra, pero desde el otro lado,"ese tal Blázquez".
Al actual Arzobispo de Valladolid le parecía muy mal que ilegalizaran Batasuna y le parece muy mal que Soraya vaya a entrar en la Catedral a pregonar como si fuera a quemar los confesionarios como quien quema cajeros en el casco viejo de Bilbao. Esa catedral de Valladolid la proyectó Juan de Herrera y quedó a medio hacer como parece que va a pasar con el Madrid de Mourinho. Bien es cierto que la catedral es de Blázquez, pero la Semana Santa es de todos los vallisoletanos y es el Ayuntamiento quien decide el pregonero. La única voz discordante ha sido la del jefe de la Seo y no parece que venga muy a cuento.
Soraya no será muy de misa y rosario, pero algo debe saber de la Semana Santa de Valladolid, aunque sólo sea porque desde su casa de la calle Felipe II se podían oír los cascos de los caballos del Pregón de las Siete Palabras. Mentiría si dijera que recuerdo a la vice-presidenta de Rajoy aguantando el frío de la procesión del Viernes pero tampoco lo descarto. Yo a Soraya la recuerdo en las primeras filas de una de las clases del turno de tarde de la Facultad de Derecho y los viernes bailando el Tainted Love en las fiestas de medicina. Si de Derecho Canónico hablamos, Soraya en eso también sacó una matrícula.
Pregoneros ha habido de todas clases a lo largo de los años, de Ridruejo a Ana Botella pasando por Blas Piñar que no sé qué pintaba en eso. Javier Ares, Roberto Domínguez y Fernando Fernández Román. El primero de todos fue Cossío y ahora le toca a Soraya torear este toro con la presidencia poco dispuesta a entregar los trofeos.
En La Vida por Delante