Gol reglamentario en Anduva
Benemérita del Ebro
Benemérita del Ebro
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Es necesario salir del laberinto. El buen aficionado no puede estar de continuo vigilando el entrecejo de Mourinho o el regate de Messi. ¡Allá el Madrid y el Barça con sus Ases y sus Marcas, sus Sports y sus Vanguardias! Creemos que de sus dineros gastan y que todos los premios del fútbol se lo van a repartir entre los dos... por lo tanto, es conveniente volver al fútbol, plantarse ante el televisor cuando los dos gigantes se enfrenten y olvidar el resto de sus encuentros. ¡Allá ellos!
En Madrid y Barcelona llaman románticos a los futbolistas del Athletic, queriéndonos dar a entender que son de pueblo y ganan poco, hasta que llega un Mirandés a explicar al mundo lo que significa romanticismo en el fútbol.
Leí que Pablo Infante volvió en coche a Miranda nada más acabar su partido ante el Español porque le parecía abusivo pedir dos días de vacaciones en su empresa. ¡Tiene razón quien dice que los burgaleses somos muy nuestros! Eso es romanticismo y eso es lo que inclina el sentimiento en favor de un equipo de fútbol, porque España esta semana se ha puesto romántica y se ha hecho del Mirandés.
Turienzo Álvarez es un árbitro que colgará, por edad, el silbato esta temporada. El colegiado de Baracaldo habrá contado a sus “compis” la peor tarde de su vida, y viendo a Mateu Lahoz en Barcelona en el encuentro de ida, parece que el colectivo quiere vengar viejas afrentas al colega. Con 20 años, Turienzo Álvarez recibió un ladrillazo en Anduva y el trío arbitral tuvo que salir en un Renault conducido por un sargento de la policía cruzando unas campas, según el acta arbitral:
-Durante el trayecto por las campas fuimos perseguidos por un vehículo que salió por un camino lateral matrícula Chyrler 150- M-1462DP, el cual nos dio alcance al salir a la carretera arremetiéndonos por detrás y colisionando contra nosotros, siendo a la vez alcanzados por varios vehículos bajándose sus ocupantes dando golpes y patadas y lanzándonos objetos, pudiendo arrancar finalmente y llegar a la Comisaría a las 25,30 horas”...
El nerviosismo del redactor del acta al mirar el reloj no deja lugar a dudas... pero aquéllos eran otros tiempos y ni los árbitros han de temblar en Miranda ni la Cuatro debe ponerse bélica, haciendo buenos a los rojos y malos a los azules. Ya se inventaron lo de la Roja cuando la Eurocopa y ahora llaman batalla del Ebro a lo que pase mañana. El Español es dudoso para la prensa de progreso, pero el club catalán se lleva bien con los mirandeses. A mi compañero de los Marianistas Froilán Maldonado lo fichó el Español después de un campañón junto al Ebro de Miranda y no hay más que ver la educación del míster Carlos Pouso ó las maneras del mismo Pablo Infante, para darse cuenta de que en el fútbol también hay sentido común.
Consideraciones aparte, al Mirandés lo mismo le da jugar la final de Copa con el Madrid que con el Barça.
Es necesario salir del laberinto. El buen aficionado no puede estar de continuo vigilando el entrecejo de Mourinho o el regate de Messi. ¡Allá el Madrid y el Barça con sus Ases y sus Marcas, sus Sports y sus Vanguardias! Creemos que de sus dineros gastan y que todos los premios del fútbol se lo van a repartir entre los dos... por lo tanto, es conveniente volver al fútbol, plantarse ante el televisor cuando los dos gigantes se enfrenten y olvidar el resto de sus encuentros. ¡Allá ellos!
En Madrid y Barcelona llaman románticos a los futbolistas del Athletic, queriéndonos dar a entender que son de pueblo y ganan poco, hasta que llega un Mirandés a explicar al mundo lo que significa romanticismo en el fútbol.
Leí que Pablo Infante volvió en coche a Miranda nada más acabar su partido ante el Español porque le parecía abusivo pedir dos días de vacaciones en su empresa. ¡Tiene razón quien dice que los burgaleses somos muy nuestros! Eso es romanticismo y eso es lo que inclina el sentimiento en favor de un equipo de fútbol, porque España esta semana se ha puesto romántica y se ha hecho del Mirandés.
Turienzo Álvarez es un árbitro que colgará, por edad, el silbato esta temporada. El colegiado de Baracaldo habrá contado a sus “compis” la peor tarde de su vida, y viendo a Mateu Lahoz en Barcelona en el encuentro de ida, parece que el colectivo quiere vengar viejas afrentas al colega. Con 20 años, Turienzo Álvarez recibió un ladrillazo en Anduva y el trío arbitral tuvo que salir en un Renault conducido por un sargento de la policía cruzando unas campas, según el acta arbitral:
-Durante el trayecto por las campas fuimos perseguidos por un vehículo que salió por un camino lateral matrícula Chyrler 150- M-1462DP, el cual nos dio alcance al salir a la carretera arremetiéndonos por detrás y colisionando contra nosotros, siendo a la vez alcanzados por varios vehículos bajándose sus ocupantes dando golpes y patadas y lanzándonos objetos, pudiendo arrancar finalmente y llegar a la Comisaría a las 25,30 horas”...
El nerviosismo del redactor del acta al mirar el reloj no deja lugar a dudas... pero aquéllos eran otros tiempos y ni los árbitros han de temblar en Miranda ni la Cuatro debe ponerse bélica, haciendo buenos a los rojos y malos a los azules. Ya se inventaron lo de la Roja cuando la Eurocopa y ahora llaman batalla del Ebro a lo que pase mañana. El Español es dudoso para la prensa de progreso, pero el club catalán se lleva bien con los mirandeses. A mi compañero de los Marianistas Froilán Maldonado lo fichó el Español después de un campañón junto al Ebro de Miranda y no hay más que ver la educación del míster Carlos Pouso ó las maneras del mismo Pablo Infante, para darse cuenta de que en el fútbol también hay sentido común.
Consideraciones aparte, al Mirandés lo mismo le da jugar la final de Copa con el Madrid que con el Barça.
Homenaje a Florián Maldonado antes de fichar por el Español
Mirandés 77/78 .- De pie: Mata , Andueza, Muñoz (eterno portero), Alaba, Uslé, Arriola
Agachados: Paco, Salazar, Portugal (también jugó en Miranda, Miguel Angel), Lucas y Frechilla.
Agachados: Paco, Salazar, Portugal (también jugó en Miranda, Miguel Angel), Lucas y Frechilla.