JOAQUÍN CALVO-SOTELO
1905-1993
Joaquín Calvo-Sotelo comenzó a escribir su último artículo con estas
líneas: “Nunca le perdonaré a la felicidad no haberme hecho saber que
era feliz cuando lo era...” Perteneció, con López Rubio y Ruiz Iriarte, a
la generación teatral del 27: La muralla, El Poder, Una muchachita de Valladolid...
También cultivó el ensayo, la poesía y la narrativa. Políglota y
viajero. Renovador de la Sociedad de Autores y del Círculo de Bellas
Artes. Animador de la Academia desde 1955: El tiempo y su mudanza en el
teatro de Benavente fue su discurso de ingreso. En el día de su muerte,
su compañero Lázaro Carreter evocó los versos que en la víspera había
leído a sus amigos de sus Cuadernos de humor y luto: “Poemas
sarcástico-funerarios en torno a los rituales que siguen a la muerte, de
broma muy verdadera, y de implacable sátira, sin perder el respeto al
acontecimiento”. Odió más que temió a la muerte.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)