viernes, 21 de mayo de 2021

La excepción

Liberalismo cratológico

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    En la Cuba anterior a Fidel, para pararle los pies a un insensato, con el dedo índice en la sien se le decía: “Oye, chico, ¡tú no legislas!”


    Aparte la idea que esta gente tenga de la separación de poderes, el jefe de la oposición acusa al jefe del gobierno de no legislar, vamos, de estar loco, y le exige una ley orgánica con la que normalizar… ¡el estado de excepción!, cosa que va bastante más allá de “la calle es mía” de Fraga, y que a nadie escandaliza, porque la cultura democrática que se despacha en España es intercambiable con la de Guinea-Bisáu.
    

Somos, eso sí, demócratas con cintura. En Almería se perdió el referéndum de autonomía andaluz según las reglas constitucionales, y entonces, para ganarlo, “se optó por reformar ad-hoc una Ley Orgánica” y dejar sin efecto un precepto superior “con párrafos que pudieran entrar en vigor de forma retroactiva”.
    

Para impedir que un hombre o un Parlamento pudieran imponer nunca una ley como la que Casado propone en el Congreso (¡la normalización de la excepción!) tuvo que inventar Hamilton ni más ni menos que la “representative democracy”. Si semejante proposición fuera de Abascal, con fama de populista, habría “lobbies” pidiendo la ilegalización de Vox, por fascista. Pero es de Casado, con fama de intelectualista (¡el máster!), y esos mismos “lobbies” ven en él a nuestro Richard Hooker, un tomista centrista (¡la vía del medio!) que ajusta sus ideas políticas al nuevo Konsenso. “Judicious Casado!”
    

En España hace falta una ley orgánica para limitar derechos fundamentales –dice, como tocando el organillo con el codo, tan pichi, en la semana de San Isidro.
    

Es el liberalismo cratológico (el poder a cualquier precio), que dice Dalmacio Negro, y que transforma sutilmente el imperio del Derecho en el imperio de la ley. Para estos liberalios, el Derecho nace de la voluntad del príncipe (puede ser una asamblea), y se apropian de la libertad política, monopolizándola, para administrarte las demás libertades en potitos. ¡Ellos!

[Viernes, 14 de Mayo]