martes, 1 de marzo de 2011

El Granada

Un Granada de leñadores...
además de Grande... y el gran Ederra...
y Parits, el sosias de Cruyff

Francisco Javier Gómez Izquierdo

Hubo un tiempo en el que a Los Cármenes, estadio del Granada, se le llamaba Los Crímenes, y los delanteros que habían de visitarlo fingían lesiones durante la semana para no acudir a tan peligroso lugar. Los leones del Athletic, por ejemplo, dicho por boca de Iríbar. Aquéllos que no tenían más remedio que hacerlo se despedían de la familia y dejaban sus asuntos bien atados y por escrito. Allí padeció Amancio una de las entradas más salvajes que se recuerdan, de un tal Fernández.

-Si me llego a levantar, me hubiese rematado Montero Castillo -declaró a los pocos día el extremo gallego, en un As de los que tengo guardados.

El Granada dejó la 1ª División cuando murió Franco y desde entonces no ha parado de deambular, más por el infierno de 2ªB que por la División de Plata, pero esta temporada, y en vista de que el Rayo está contagiado de mortal infección, que al Betis le han entrado los temblores de los que padecen de vértigo, y que el presidente Enrique Pina parece estar tocado por la vara de la Fortuna, pudiera ser que los hombres de Fabriciano toquen la Gloria. El equipo juega moderadamente bien, tiene suerte y los rivales le temen.

En Salmonetes... apostábamos para el ascenso por el Betis sobre todos. Seguimos haciéndolo, pero a Pepe Mel se le atragantan las segundas vueltas y la defensa verdiblanca no es de fiar. Además el Celta ya es caballo ganador, gracias a la fe en su cantera. Lo que pueda pasar con el Rayo, otro de los que un servidor veía con muy buena pinta, mejor no aventurarlo... y luego está el Granada, al que no quiero pegarle el gafe que padecen mis nominados. No me duelen prendas al recordar los buenos augurios que repartí al Tenerife. Si se descuida un poco, desciende.

El Granada es una especie de filial del Udinese, y Enrique Pina -un lince en los negocios del fútbol-, el hombre de confianza del club italiano. Este hombre que tanto confió en Güiza en los malos tiempos, tiene fe ciega en un entrenador que ha pasado calamidades en más de 20 pueblos repartidos por España y Portugal. Fabriciano entrenó al Burgos, Logroñés, Avilés, Elche, Mérida, Nástic, Almería, Villarrobledo... Casi siempre en 2ªB y casi siempre obedeciendo marcialmente sugerencias presidenciales. En el Gol a Gol del Canalsur, cuando el resultado no es favorable, se autoflagela y no busca disculpas. Es un tipo raro, que creo que hasta llegó a ser concejal de una aldea de Lugo. Para mí, que puede dar una alegría en Granada, dicho sea con todas las reservas... pues en verdad la plantilla es regulín, regulán...

¡¡Ah, y del Córdoba es posible que hable de aquí a unos días!!