Francisco Javier Gómez Izquierdo
Mientras friego los cacharros, escucho “el parte” de las cuatro y la primera noticia empieza así: "Atención señores oyentes, según fuentes del Gobierno...." y al oír “fuentes del Gobierno” me pongo en lo peor... pero no... los tiros no van por do va la Méndez Núñez. Resulta que las ministras de Zapatero, ese varón domado, están decididas a acabar con el puterío. Herederas del puritanismo de aquellas beatas que nos hicieron sonreír en las películas del Oeste, cuando se plantaban ante el Saloon de la señorita Kitty, estas aficionadas a gestionar lo que ignoran tienen el convencimiento de que el mal no tiene derecho a ser leído y por lo tanto la patronal periodística sólo puede aceptar al anunciante que el Gobierno diga.
De las artes amatorias rusas, búlgaras, turcas,brasileñas, etc... que se prodigan por aquí, las señoras ministras no tienen ni zorra idea. El calvario de muchachitas rumanas, ucranianas ó bielorrusas aterrorizaría a más de un alma cándida que ha robado el peace and love al anciano jipismo y que cree que todo el monte es orégano. Ser esclava de un grupo de canallas que usan y ofrecen tu cuerpo a cualquier baboso con tuberculosis en el alma debería ser tema de mucha preocupación para nuestras ministras... pero a nuestras ministras y ministros, en parla de Doña Rosa Joaquina, lo que les molesta es la procacidad del anuncio: "..culona".."lame mis melones", y la incidencia psicológica en la infancia. Sobre todo la incidencia psicológica:
-Ciudadanas y ciudadanos, no está bien que los niños acudan al llamado de los anuncios de contenido sexual.
¡Ahí es nada la base científica! En la era de internet, nuestro Gobierno se ha quedado en aquel LIB adolescente en lo tocante al ayuntamiento carnal y no reparan en que muchos de los anuncios de hoy son medidas anticrisis. Señoras y señoritas no sujetas a dueño ponen su móvil en el 20Minutos y van sacando para la pechuga de pollo y para la blusa del Corte Inglés.
-Tenemos mucha competencia -me dice una conocida mía que lleva más de 30 años en el oficio-. ...las “estudiantas” que andan en la cocaína te levantan los clientes en un pispás y encima lo hacen más barato... y luego están todas esas guiris que van a los “polígamos”...
¿Cómo ha de aliviarse ese solterón rural y ese rijoso irredento? ¿No quedamos en que no era pecado retozar? ¿Será que hay alguna que quiere ensayar para “obispa”?
Sepan ustedes, señoras mías, que las lumis en España son tan numerosas como las arenas de la playa y más antiguas que las orillas del río; que nacieron con el sol y la luna y que todas las culturas las tuvieron su respeto. Antes de que hubiera periódicos, ya se anunciaban las casas de placer. Dejen de hacer el tonto y no se pongan a matar moscas a cañonazos.
Mientras friego los cacharros, escucho “el parte” de las cuatro y la primera noticia empieza así: "Atención señores oyentes, según fuentes del Gobierno...." y al oír “fuentes del Gobierno” me pongo en lo peor... pero no... los tiros no van por do va la Méndez Núñez. Resulta que las ministras de Zapatero, ese varón domado, están decididas a acabar con el puterío. Herederas del puritanismo de aquellas beatas que nos hicieron sonreír en las películas del Oeste, cuando se plantaban ante el Saloon de la señorita Kitty, estas aficionadas a gestionar lo que ignoran tienen el convencimiento de que el mal no tiene derecho a ser leído y por lo tanto la patronal periodística sólo puede aceptar al anunciante que el Gobierno diga.
De las artes amatorias rusas, búlgaras, turcas,brasileñas, etc... que se prodigan por aquí, las señoras ministras no tienen ni zorra idea. El calvario de muchachitas rumanas, ucranianas ó bielorrusas aterrorizaría a más de un alma cándida que ha robado el peace and love al anciano jipismo y que cree que todo el monte es orégano. Ser esclava de un grupo de canallas que usan y ofrecen tu cuerpo a cualquier baboso con tuberculosis en el alma debería ser tema de mucha preocupación para nuestras ministras... pero a nuestras ministras y ministros, en parla de Doña Rosa Joaquina, lo que les molesta es la procacidad del anuncio: "..culona".."lame mis melones", y la incidencia psicológica en la infancia. Sobre todo la incidencia psicológica:
-Ciudadanas y ciudadanos, no está bien que los niños acudan al llamado de los anuncios de contenido sexual.
¡Ahí es nada la base científica! En la era de internet, nuestro Gobierno se ha quedado en aquel LIB adolescente en lo tocante al ayuntamiento carnal y no reparan en que muchos de los anuncios de hoy son medidas anticrisis. Señoras y señoritas no sujetas a dueño ponen su móvil en el 20Minutos y van sacando para la pechuga de pollo y para la blusa del Corte Inglés.
-Tenemos mucha competencia -me dice una conocida mía que lleva más de 30 años en el oficio-. ...las “estudiantas” que andan en la cocaína te levantan los clientes en un pispás y encima lo hacen más barato... y luego están todas esas guiris que van a los “polígamos”...
¿Cómo ha de aliviarse ese solterón rural y ese rijoso irredento? ¿No quedamos en que no era pecado retozar? ¿Será que hay alguna que quiere ensayar para “obispa”?
Sepan ustedes, señoras mías, que las lumis en España son tan numerosas como las arenas de la playa y más antiguas que las orillas del río; que nacieron con el sol y la luna y que todas las culturas las tuvieron su respeto. Antes de que hubiera periódicos, ya se anunciaban las casas de placer. Dejen de hacer el tonto y no se pongan a matar moscas a cañonazos.