"Una mezcla de Hollywood y la Biblia", contestó Patton cuando le preguntaron por Marruecos. Y algo de eso nos pasa a todos con Egipto, que, como sucede con el socialismo español, no acaba de dar con la fórmula para cambiar de jefe sin montar un número. Primero fue lo de Sadat, ahora lo de Mubarak... Miedo da que, con las encuestas del partido gobernante por los suelos, lleguen las elecciones en España.