Rubalcaba, ese cráneo privilegiado o Fouché comprado en los chinos en acuñación de Ruiz Quintano, ha logrado instalar en la opinión pública –famoso oxímoron– la especie de que es un tipo la mar de listo y de capaz. Rubalcaba, como se le ponga alguien tontorrón, te saca los tanques en menos que se santigua un cura loco, y cosechando mucha menos escandalera que Miláns del Bosch, ahora que se rememora la travesura aquélla. Por eso se toma a chufla a Gil Lázaro cuando le interpela sobre el visco del Faisán augurándole que “será su tumba política”, a lo que el vicetodo responde en verso atribuyendo esta frase al astracán de Muñoz Seca: “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”. Tratándose de Rubalcaba, perito en dar la de arena sobre la de cal viva, la cita adquiere un relieve de lo más tenebroso, aunque suponemos que él habrá quedado asombrado de su propio gracejo.
Si a Rubalcaba le preguntan por faisanes, a Chaves le preguntarán por reptiles, y por esos 650 milloncicos de euros que los fondos reservados de la Junta han estado desviando –presuntamente, oigan– para indemnizar a prejubilados, incluyendo a algunos despistados que pasaban por allí y les cayó encima la piñata pública sin haber trabajado en la empresa regularizada. Y es que el socialismo, matriz de progreso y cuna de espabilados, ya sólo consiste en aplicar aquello de Brecht de que los listos viven de los tontos y los tontos de su trabajo.
No albergamos, sin embargo, una hoguera de esperanzas a propósito de la réplica de Manuel Chaves en el Congreso, porque este hombre con cara de escudo del Barça no ha sido precisamente ungido con el talento de Demóstenes ni tampoco con la virtud de Catón, que digamos. A Alfredo y a Manuel les bastará con decir que por el mar corren reptiles y por el monte los faisanes, o viceversa, y a tal birlibirloque declarativo se reducirá la responsabilidad política de estos gerontocráticos guardabosques del progreso que pastorean el zoológico de los escándalos.
(La Gaceta)