MUJERES
Querido señor Franzoj, perdóneme, pero he echado a esta mujer sin remisión. Le daré unos táleros y embarcará en el barco que se encuentra anclado en Rasali para Obock; allí irá donde ella desee. He soportado, por bastante tiempo, esta mascarada. Fui lo bastante tonto para traérmela desde Choa y no lo seré tanto como para irme allí cargado con ella.
Suyo,
Rimbaud.
CARTAS ABISINIAS / ARTHUR RIMBAUD
Ignacio Ruiz Quintano
Querido señor Franzoj, perdóneme, pero he echado a esta mujer sin remisión. Le daré unos táleros y embarcará en el barco que se encuentra anclado en Rasali para Obock; allí irá donde ella desee. He soportado, por bastante tiempo, esta mascarada. Fui lo bastante tonto para traérmela desde Choa y no lo seré tanto como para irme allí cargado con ella.
Suyo,
Rimbaud.
CARTAS ABISINIAS / ARTHUR RIMBAUD
Ignacio Ruiz Quintano