Milena Orozco
Miss Tanga 2011
("¡Milena bonita!", que diría Rabal)
Miss Tanga 2011
("¡Milena bonita!", que diría Rabal)
José Ramón Márquez
‘¡Es que esto es como para exiliarse!’, pensará July. ‘¡Es que en España, con tanto cainismo, con tanto presidente indocumentado, con tanto público odioso y a la contra, es que no paran de hacerme la Pascua; que el año pasado en España me birlaron un saco de orejas los desgraciaos, los unos y los otros! ¡Malditos sean!’
Y claro que tiene razón el hombre, que él le tiene afición por un tubo a las orejas y lo único que pide es que le vayan dando todas las de los toros que va matando por los pueblos y por las ciudades. ¿Tanto cuesta? No es mucho pedir, y además él las quiere para compartirlas, que nada más que se pone a dar la vuelta al ruedo, ya las está lanzando para hacer felices a los de los tendidos. Y si torea como torea, que hay por ahí incluso quien dice que Julián es una figura de época -¿de qué época?-, pues mira qué bien, y si arrastra la muleta porque es culibajo, pues que le pidan cuentas a quienes le hicieron, pero ¿qué diablos tiene eso que ver con que le den las orejas?
El caso es que para desmontar la farsa de España y para dejar en evidencia tanta inquina y tanta mala baba como hay alrededor del Niño Eterno, del Peter Pan del toreo, hay que contar que en Manizales July ha cortado un cerro de orejas, como a él le gusta. Se ha llevado orejas para dar y tomar. Se ha pegado un atracón de orejas de no te menees, que se viene de la Feria del Café, donde entró por sustitución de Manzanares -aquí nadie regala nada-, con cuatro orejas como cuatro soles, y eso sí que es reconocer los méritos como Dios manda, y no en España, tan cicatera. Se ve que el Presidente de la plaza de Manizales debe ser un grandísimo aficionado al que le caben en el magín todos los toreros, ya que eso, como dice el tópico sobado, es justamente lo que da la vitola de calidad al mejor aficionado, que es aquel al que más toreros le caben en el buche, sean de pata negra o de chopped-pork, como dicen por ahí.
El hecho es que con ese saco de orejas que ha cosechado Julián -y las de El Cid, que empató con Julián a orejas, no se crean que no lo voy a decir-, el premio más importante de la Feria, la réplica de la Catedral de Manizales, se lo han dado a Juan Mora, y el segundo premio por importancia, la réplica del ‘Voceador’, se lo han dado a Castella, aunque eso no empequeñece en absoluto el triunfo homérico y auricular del amable July, pero pone en el asunto unas gotas de acíbar que nos hace pensar en que acaso también haya por América algo de la mala baba de por aquí; pues ya se sabe que a los grandes hombres siempre les salen detractores por doquier.
En cualquier caso, conviene dejar reseñado, y viene al caso por lo que se verá, que también en Manizales se ha celebrado el concurso de Miss Tanga, resultando vencedora en la edición 2011 la agraciada señorita Milena Orozco, tras superar tres durísimas pruebas consistentes en desfilar en short, tanga e hilo dental. Milena recibió emocionada el merecido premio, de tres millones de pesos y un anillo de oro. El premio se otorga por aclamación popular, perfectamente medida mediante el uso de un ‘aplausómetro’ que da un inapelable veredicto avalado por la acústica, la ciencia del sonido. Es una idea como para que mediten en ella con tranquilidad los mentores de July, los júlygans: fijemos los decibelios de aplauso que vale cada oreja y que el Presidente se limite sólo a ir sacando el pañuelo cuando el estruendo vaya llegando a los niveles fijados para cada trofeo. Pero claro, en tal caso en vez de a Cultura quizás deberíamos plantearnos el llevar la tauromaquia a Ciencia y Tecnología, con lo que se perdería la esperada reducción del Iva.
Por cierto, ¿qué opinión tendrá Garmendia sobre los toros? Pésima, imagino.
‘¡Es que esto es como para exiliarse!’, pensará July. ‘¡Es que en España, con tanto cainismo, con tanto presidente indocumentado, con tanto público odioso y a la contra, es que no paran de hacerme la Pascua; que el año pasado en España me birlaron un saco de orejas los desgraciaos, los unos y los otros! ¡Malditos sean!’
Y claro que tiene razón el hombre, que él le tiene afición por un tubo a las orejas y lo único que pide es que le vayan dando todas las de los toros que va matando por los pueblos y por las ciudades. ¿Tanto cuesta? No es mucho pedir, y además él las quiere para compartirlas, que nada más que se pone a dar la vuelta al ruedo, ya las está lanzando para hacer felices a los de los tendidos. Y si torea como torea, que hay por ahí incluso quien dice que Julián es una figura de época -¿de qué época?-, pues mira qué bien, y si arrastra la muleta porque es culibajo, pues que le pidan cuentas a quienes le hicieron, pero ¿qué diablos tiene eso que ver con que le den las orejas?
El caso es que para desmontar la farsa de España y para dejar en evidencia tanta inquina y tanta mala baba como hay alrededor del Niño Eterno, del Peter Pan del toreo, hay que contar que en Manizales July ha cortado un cerro de orejas, como a él le gusta. Se ha llevado orejas para dar y tomar. Se ha pegado un atracón de orejas de no te menees, que se viene de la Feria del Café, donde entró por sustitución de Manzanares -aquí nadie regala nada-, con cuatro orejas como cuatro soles, y eso sí que es reconocer los méritos como Dios manda, y no en España, tan cicatera. Se ve que el Presidente de la plaza de Manizales debe ser un grandísimo aficionado al que le caben en el magín todos los toreros, ya que eso, como dice el tópico sobado, es justamente lo que da la vitola de calidad al mejor aficionado, que es aquel al que más toreros le caben en el buche, sean de pata negra o de chopped-pork, como dicen por ahí.
El hecho es que con ese saco de orejas que ha cosechado Julián -y las de El Cid, que empató con Julián a orejas, no se crean que no lo voy a decir-, el premio más importante de la Feria, la réplica de la Catedral de Manizales, se lo han dado a Juan Mora, y el segundo premio por importancia, la réplica del ‘Voceador’, se lo han dado a Castella, aunque eso no empequeñece en absoluto el triunfo homérico y auricular del amable July, pero pone en el asunto unas gotas de acíbar que nos hace pensar en que acaso también haya por América algo de la mala baba de por aquí; pues ya se sabe que a los grandes hombres siempre les salen detractores por doquier.
En cualquier caso, conviene dejar reseñado, y viene al caso por lo que se verá, que también en Manizales se ha celebrado el concurso de Miss Tanga, resultando vencedora en la edición 2011 la agraciada señorita Milena Orozco, tras superar tres durísimas pruebas consistentes en desfilar en short, tanga e hilo dental. Milena recibió emocionada el merecido premio, de tres millones de pesos y un anillo de oro. El premio se otorga por aclamación popular, perfectamente medida mediante el uso de un ‘aplausómetro’ que da un inapelable veredicto avalado por la acústica, la ciencia del sonido. Es una idea como para que mediten en ella con tranquilidad los mentores de July, los júlygans: fijemos los decibelios de aplauso que vale cada oreja y que el Presidente se limite sólo a ir sacando el pañuelo cuando el estruendo vaya llegando a los niveles fijados para cada trofeo. Pero claro, en tal caso en vez de a Cultura quizás deberíamos plantearnos el llevar la tauromaquia a Ciencia y Tecnología, con lo que se perdería la esperada reducción del Iva.
Por cierto, ¿qué opinión tendrá Garmendia sobre los toros? Pésima, imagino.