viernes, 2 de octubre de 2015

Julia



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Será casualidad, pero a Pablemos viene jodiéndosele el Perú desde que dijo que su mito erótico era Julia Otero, esa Julia de España en cuya cabeza no entra que haya gente que da el beso de buenas noches a sus hijos después de haber estado en los toros.

Entiendo que Gustavo Bueno es el mejor filósofo del siglo veinte –dice Julia en un documental estrenado en Madrid sobre Gustavo Bueno y donde quien menos habla es Gustavo Bueno.

El mito de la izquierda, el mito de la cultura, y ahora, el mito del erotismo, que en la izquierda cultural va de Julia en la onda a Manuela en el Ayuntamiento, que a mí me parece la vieja de Schopenhauer (aquella simpática vecina a la que el filósofo “saborío” empujó, por charlatana, escaleras abajo, lesionándola para veinte años; condenado a indemnizarla trimestralmente, al morir ella, él escribió: “Obit anus, abit onus”), pero que en el barrio de Salamanca gusta mucho porque le hace madalenas (nada que ver con las “madalenas de sexo convexo” de la Torroja) a Aguirre.
En los mitos eróticos, la amada es hermosa “como un ejército desplegado en batalla”.
Por sus mitos, pues, los conoceréis. (Por si sirve de algo, el mío, en los frailes, y por culpa del anuncio de la tónica, fue Pilar Velázquez… hasta que casó con Miguel Gallardo). A Roy Bean le gustaba Lily Langtry; a Kennedy, Marilyn; a Rubalcaba, Ana Belén (¡a Maribel Verdú, Rubalcaba!); y a Pablemos, Julia, cuando en la partidocracia, desatadas ya las colas por las listas, todo el mundo habla de la esposa socialista de Lassalle y del novio independentista de Arrimadas, la que tiene escandalizados a los tertulianos con una foto, pero no con sus opiniones políticas (propias de un centrocampista bregador del Cacabelos).

Tengo más de Obama que de Putin –dice, modesto, Pablemos, para arreglarlo.

¿Y los independentistas llaman Lerroux a este hombre? ¿Sabrán las monjas de Mas, o incluso Julia, las cosas que escribía Lerroux a la rebelde edad de Pablemos?