domingo, 2 de agosto de 2015

Pemán



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Que el comunismo es el fascismo del pobre lo prueba ese animal jerezano que ha “paseado” a Pemán (¡en busto!) “por fascista y asesino”.

¡Ñaspas!

Memoria histórica, lo llaman.

Es que yo me sé de memoria muchos poemas de Alberti y ninguno de Pemán –le ha dicho a mi Emilia Landaluce una alcaldesa, el velocirráptor de Jerez (¡aquellos meñiques haciendo la “uve” de Churchill en sus pinreles ungulados de María de los Costus!), hija política de otro velocista, Rubalcaba, el que llevó los tanques a Barajas por una huelga de controladores, hijo de un aviador del franquismo que debió de pasarlo bomba con el Alvarito Palmares de Pemán (“De Madrid a Oviedo, pasando por las Azores”).

La memoria histórica de Zapatero es la memoria poética de un velocirráptor que es la apoteosis de una calabaza, que se sabe los poemas de Alberti a Stalin, que confunde a Pemán con Víctor Manuel y que, como prohíba todo lo que ignora, se queda a solas con su cuñada, la que le quita las sandalias.

A Pemán lo destituyeron los falangistas de director de la Academia por un discurso en que les pareció tibio con José Antonio (es decir, no tan encendido como Haro Tecglen). Ahora los fascistas de los pobres lo echan (en busto) de Jerez, conocida fuera, caballos aparte, por el vino de los ingleses y los artículos de Pemán.

¡Se ha encendido la lucecita verde! –dice Bergamín, de vuelta a España, en carta a María Zambrano de diciembre del 58–. ¡Y Pemán ha sido el farolero! ¡Pero en qué farol andaluz! Se lo agradeceré siempre.

Siempre, siempre.

Bergamín, 1958, ya en España: “Lo peor de lo peor aquí, lo más muerto y podrido, es el ‘mundillo’ intelectual y politiquero de oposición aprovechada: los enemigos oficiales del régimen, en una palabra, que son sus larvas o gusanos que vienen devorándolo internamente; alimentados, en su cobardía, por el régimen mismo. Insulinos, aleixandrinos, seudo-semi-casi revolucionarillos literatoides: lo peor de lo peor, y el más grave peligro para el que vuelve”.