miércoles, 3 de diciembre de 2014

Los muertos y las muertas. Marlene Dietrich


MARLENE DIETRICH
1901-1992

Marlene Dietrich, con cuyas piernas caminaron los sueños de todos los hombres, murió en silencio. “Me hubiera gustado ser hombre –confesó una vez–, pero nací hembra y por eso me dediqué en cuerpo y alma a sacar el mayor provecho de ello. Von Sternberg representó para mí el padre que nunca había tenido: veneraba el suelo que pisaba; mi adoración por su inteligencia era infinita.” Josef von Sternberg la transformó en Ángel Azul, reina madre del claroscuro, grande mujer fatal de todas las épocas. “El milagro de transformar a aquella alemanota en una estilizada chica Penagos –escribió José Luis Garci– lo hicieron a medias Sternberg, el fotógrafo Lee Grames, algo de niebla y los geniales chicos y chicas que peinaban, maquillaban y vestían en la Paramount.” A ella, que llevaba un régimen de ostras con champaña, debemos algunos de los momentos más eróticos del cine.

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)