miércoles, 10 de diciembre de 2014

Los muertos y las muertas. Manuel Summers


MANUEL SUMMERS
1935-1993

Manuel Summers tenía una máxima: “Cuando logras que alguien se ría, lo desarmas.” Máximo: “Summers llega al cielo. ‘Andá, pues había.’  (Yo no sé si Manolo era agnóstico o si tenía fe en ese más allá en que está ahora: uno sabe poco de las gentes a las que quiere; uno no sabe nada del resto de los mortales.) ‘Pero así, sin  más, sin purgatorio previo...’ Manuel Summers, como un dibujo suyo, está delante de un ángel dibujado por él, los dos en línea negra sobre el inmenso fondo blanco, los dos con la correspondiente cara de bondad, los dos con un carrillo redondo pintado con rotulador rojo...” En el cine nos dejó Del rosa al amarillo, La niña de luto, Juguetes rotos, Adiós, cigüeña, adiós y Tó er mundo é güeno. Máximo se imagina que Dios le pide a Summers que le cuente uno de leperos y otro de curas. “Manolo se aclara la garganta y espera que el Señor quiera también ver sus películas.”
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)