Núñez y su hijo llevaban tan solo cinco semanas internados en la prisión de Quatre Camins cuando obtuvieron el tercer grado “exprés” en Nochebuena. La concesión sorprendió en sectores penitenciarios debido a que otros presos han necesitado pasar mucho más tiempo (un tercio de su condena) para que se les conceda este régimen de semi-libertad. Esta decisión de la Dirección General de Servicios Penitenciarios causó gran revuelo entre el resto de los reclusos de la prisión, que decidieron amotinarse para protestar por ese privilegio.