Abc
El arte para Madrid y las bombas para Euskadi, dijo famosamente Arzallus cuando el “Guernica” recaló en el Sofidú.
La Navidad para Barcelona y la Cuesta de Enero para Madrid, podemos arzallusear nosotros ante la programación de mítines de Pablemos, un becario de Blesa con que el Destino podría castigar a un pueblo, por idiota.
Mezcla de Beppe Grillo y Felipe González, Pablemos fue a Barcelona a decir que los catalanes tienen “derecho a decidir” (?) y que España es un país de países. Estamos, pues, ante el perfecto socialdemócrata, pues también gusta de decir que él no es ni de derechas ni de izquierdas, cosa que ya decían los fascistas treintañones para cargarse a los partidos que no fueran el suyo.
¿Y quién es Pablito Iglesias para dar a los españoles lo que les negó –citando expresamente a España– Carlos Marx, esto es, un “derecho a decidir” que es el derecho a suicidarse?
Él presume de politólogo, que en nuestras universidades designa al mariposón no ya de ideas, sino de frases, como la joseantoniana “no somos de derechas ni de izquierdas”, que en Pablemos, por la coleta, suena al no somos ni Romeo ni Julieta de Karina.
Pero quien presuma de politólogo y diga que España es un país de países se expone a que lo señalen como tonto de tontos, con la eximente, en este caso, del presumible malentendido hispánico: España, en efecto, es nación fundadora de naciones, como Cuba y Venezuela, donde Pablemos habrá oído a algún hispanista hablar de España como “nación de naciones”, cuya traducción al tertulianés de los progres sería “país de países”, mas sin nada que ver con la soberanía, como cree Pablemos, que en su politología complutense pretende equiparar a Cuba y a Venezuela con Venta de Baños y Villanueva del Arzobispo.
Se hace raro que en la nación más vieja un ministro de justicia hable de la “libertad general” (?) de Rousseau y que el futuro timonel sea un buldero del “derecho a decidir en un país de países”.