ENTREVISTA CON POTELE:
-A mi padre ya le llamaban Potele, a mí me lo siguieron llamando también, y a mi hijo el pequeño también le llaman Potele... Alfredo Landa venía a Vallecas a verme a mí sólo, a verme jugar. Me decía: “Yo voy a ver solamente a tres jugadores; en el Atleti a Ufarte, en el Madrid a Amancio, y vengo a Vallecas a verte a ti”. Y yo le decía: “Pero bueno, ¿y por qué haces eso?”. Y me contestaba: “Porque me encantáis”... Felines en el centro del campo era muy bueno, un fenómeno. Luchaba, corría, la jugaba, repartía. Como ahora Xavi o mejor todavía.
-Se dice que cuando ganábais un partido en casa, de las 300 pesetas que os daban de prima, cada jugador reservaba 100 pesetas y os las gastábais en gambas.
P: Sí, gambas a la plancha, que nos encantaban. Nunca en nuestra vida hemos comido tantas gambas a la plancha. Íbamos al bar Yakarta, junto a la calle Bustos, y como el dueño era directivo del Rayo siempre nos regalaba unas raciones. No te puedes imaginar cómo era aquello…
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-A mi padre ya le llamaban Potele, a mí me lo siguieron llamando también, y a mi hijo el pequeño también le llaman Potele... Alfredo Landa venía a Vallecas a verme a mí sólo, a verme jugar. Me decía: “Yo voy a ver solamente a tres jugadores; en el Atleti a Ufarte, en el Madrid a Amancio, y vengo a Vallecas a verte a ti”. Y yo le decía: “Pero bueno, ¿y por qué haces eso?”. Y me contestaba: “Porque me encantáis”... Felines en el centro del campo era muy bueno, un fenómeno. Luchaba, corría, la jugaba, repartía. Como ahora Xavi o mejor todavía.
-Se dice que cuando ganábais un partido en casa, de las 300 pesetas que os daban de prima, cada jugador reservaba 100 pesetas y os las gastábais en gambas.
P: Sí, gambas a la plancha, que nos encantaban. Nunca en nuestra vida hemos comido tantas gambas a la plancha. Íbamos al bar Yakarta, junto a la calle Bustos, y como el dueño era directivo del Rayo siempre nos regalaba unas raciones. No te puedes imaginar cómo era aquello…
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