Jorge Bustos
Hoy, como en ninguna otra época, sociedades ricas -de consumo- alientan la proliferación de innumerables tribus o grupos urbanos, nutridos por exponentes de una adolescencia elástica que sobrepasa la treintena. Sus necesidades no son distintas de la de cualquier joven en cualquier época: labrarse un futuro, ser un hombre o una mujer cabal, madurar una personalidad propia. El consumismo y la saturación informativa, sin embargo, son el caldo de cultivo de adolescentes eternos e insatisfechos, que compran en Praga una camiseta de Kafka porque han oído que era un tipo auténtico, un sufridor de los buenos, pero no se animarán a leerlo en profundidad. Cualquier genio es susceptible de revisitación comercial en forma de estampado textil o carátula discográfica. Todo lo que la masa consume de Pessoa es fotografiarse en chancletas y bermudas con la efigie en bronce del poeta que el avispado dueño del A Brasileira colocó a la entrada de este célebre café lisboeta, donde el torturado autor escribía y se embriagaba habitualmente.
Hoy, como en ninguna otra época, sociedades ricas -de consumo- alientan la proliferación de innumerables tribus o grupos urbanos, nutridos por exponentes de una adolescencia elástica que sobrepasa la treintena. Sus necesidades no son distintas de la de cualquier joven en cualquier época: labrarse un futuro, ser un hombre o una mujer cabal, madurar una personalidad propia. El consumismo y la saturación informativa, sin embargo, son el caldo de cultivo de adolescentes eternos e insatisfechos, que compran en Praga una camiseta de Kafka porque han oído que era un tipo auténtico, un sufridor de los buenos, pero no se animarán a leerlo en profundidad. Cualquier genio es susceptible de revisitación comercial en forma de estampado textil o carátula discográfica. Todo lo que la masa consume de Pessoa es fotografiarse en chancletas y bermudas con la efigie en bronce del poeta que el avispado dueño del A Brasileira colocó a la entrada de este célebre café lisboeta, donde el torturado autor escribía y se embriagaba habitualmente.