miércoles, 20 de octubre de 2010

Las cosas de Melquiades, el esquilador (III)




"SEGOVIANOS, SEGOVIANOS, SOMOS GENTE COCINERA..."


Francisco Javier Gómez Izquierdo


Ahora que ha alcanzado celebridad y dicta doctrina paseando por España la categoría de ser uno de los mejores esquiladores del Mundo, me pregunto cuándo apareció Melquiades por Gamonal. Todos creemos que vino de Cantalejo cantando el "....segovianos, segovianos, somos gente cocinera", pero resulta que nació en Valladolid. Eso ha dicho en la tele.

En verdad, Melquíades es un auténtico ciudadano del mundo, y da lo mismo donde esté para sentirse a gusto. Seguro que nos dijo que nació vallisoletano -me suena Peñafiel-, pero su infancia era Cantalejo.
Se hizo de la cuadrilla trabajando en las piscinas. A nosotros, ir a las piscinas nos parecía cosa de pijos y extravagantes, por lo que nuestro amistad se cimentó tomando claretes del Bar Moral a la Bodega el Rubio, mientras nos hablaba la gacería -el idioma de los trilleros de Cantalejo-, y nos demostraba el arte de manejar la tralla, destreza también propia del pueblo segoviano.

La primera acción legendaria que se atribuye a Melquíades data de junio de 1977 y es apócrifa. Me lo recuerda don Ignacio, después de verle en la tele, pero yo creo que Melqui sólo pasaba por allí. Como todos nosotros.

El Athletic del 77 jugó la final de la Copa de la UEFA y la perdió por culpa de un gol de Bettega en San Mamés que valió doble. El Athletic era equipo grande (Iribar, Guisasola, Villar, Rojo, Irureta...) y un mes después jugó la final de Copa del Rey contra el Betis. A Madrid, bajaron de Bilbao más de quinientos autobuses colapsando el tráfico en Gamonal con pancartas que ya hacían campeones a los leones, pero no contaban con que un vasco se convertiría en el mayor héroe de todos los tiempos del beticismo, parando no sé cuantos penaltys, uno de ellos a Iribar, el mito viviente; encima marcó el que tuvo que tirar por falta de lanzadores.

Aquel sábado Esnaola se hizo Dios en la tierra heliopolitana. A aquel Betis lo mandaba otro héroe del Athletic, Iriondo, por lo que la derrota fue más dolorosa. Los aficionados vascos volvieron con la cabeza "gacha" y los pendones arriados.


La drea de Gamonal en la prensa nacional
Abc y Abc

No se sabe si los gamonalinos, hartos de tanto autobús rojiblanco -el Burgos estaba en 1ª- bajaban el dedo del emperador romano o los viajeros lanzaban pesetas fanfarronas a los pies burgaleses. El caso es que corrió el runrún de que saliendo Melquiades de la panadería El Pájaro, la única que abría en domingo, le tiraron monedas desde un autobús y le dieron en la cara, a lo que les voceó un "modorrooooos" sonoro, que encendió un día de guerrilleros apostados en la N-1. Todo quedó en abucheos e insultos y la verdad, alguna que otra piedra. Tuvo que intervenir la fuerza pública para evitar males mayores...

Pero a Melquíades, no le gustaba el fútbol.