domingo, 2 de octubre de 2022

Rachas

 


Rácing de los bigotes, 72/73

SANTAMARÍA, De la Fuente, Chinchón, Portu, SISTIAGA, Santi,

 Sebas, Barba, Aitor Aguirre, Pedro Amado (q.e.p.d.) y Arrieta

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo


      En el noble deporte del balonmano, cuando los partidos están así-así, los aficionados gritan "defensa-defensa" para encorajinar a sus héroes en semejante tarea, que no olvidemos es la más apreciada por los técnicos y buenos aficionados de la disciplina. El futbolista que ayuda al locutor de la 2ª División en lo de Movistar es Alberto García, un portero que estuvo en Córdoba cuatro años con actuaciones muy diversificadas pero que tenía encandilados a varios entrenadores. Alberto era desconcertante y en ocasiones desesperante, pero creo que era y es un tío por derecho, querido y respetado por sus compañeros. Cómo será, que al poco de llegar al Rayo Vallecano lo hicieron capitán. Como portero que es, Alberto esta "guirrao" con el Burgos y su despliegue defensivo que él hubiera querido para sí y no aquellas defensas jugonas que tantos disgustos le dieron. El "jarocho" -así le llamaba Juan por lo pelirrojo- empuja porque su colega Caro, "Churripi" desde la niñez en la Palma del Condado, bata el récord de imbatibilidad que ostenta Claudio Bravo -755 minutos, ocho partidos y 35 minutos- en el fútbol profesional español, alcanzado el sábado en Villarreal con el cuarto 0-0 consecutivo el de Juan José Santamaría en el Rácing, uno de tantos cancerberos que tuvo que emigrar de Bilbao por la alargada sombra del Chopo Iríbar. La marca del racinguista estaba en 656 minutos.
   

Está bien que las tácticas defensivas de tu equipo de fútbol sean elogiadas por críticos, entrenadores y aficionados en general; es admirable el coraje y la concentración de una plantilla emperejilada con retales de 2ªB por no permitir la precaria economía y la rigurosa reglamentación para con los débiles un mínimo riesgo con alguna extravagancia africana de las que calienta banquillo en clubes belgas o franceses (el marroquí Moraud, cedido por el Elche, es el único jugador no español). Está bien, sí... pero el fútbol son goles y en el Burgos sólo se defiende. Dos goles en ocho partidos, uno de penalty por supuesta mano que el VAR se sacó de la manga es bagaje de absoluta precariedad, pero el morbo de quién podrá con la virginidad de Caro y a cuanto ascenderán los minutos sin agacharse dentro de la portería ya se ha asentado en el mundillo futbolero. Y que con dos goles sumes 12 puntos ¿no es de récord?


      Santamaría, al que Caro ha batido su récord de aguantar el cero de Segunda División, era el portero de un Rácing de Maguregui que ascendió a Primera ganando partidos, no empatándolos a cero. Se le llamó el "Rácing de los bigotes", pues como no perdía sus jugadores se tiraron la chulería de dejarse bigote hasta que algún equipo pudiera con ellos. Pudo el Rayo, con goles de Illán y Potele. En el Burgos de hoy todos se parecen a Sistiaga, uno de los bigotudos, y ninguno a Aitor Aguirre, el otro que bajó de Santander a El Plantío para alegrarnos la vida los domingos por la tarde.


       Convencido de que esta tarde-noche vería en El Arcángel los goles que el Burgos no da (la temporada pasada se ganaron todos los partidos, no se cedió ni un empate, y en ésta los primeros cinco, quince puntos, todo ganado también) ha llegado el sexto encuentro considerado propicio para seguir la racha triunfadora y el San Sebastián de los Reyes nos ha dicho a los cordobesistas que no hay enemigo pequeño y a la plantilla blanquiverde que en la confianza está el peligro. ¡Ah! y al míster Germán Crespo que quizás los excesivos cambios generen cierta confusión. En un caótico final propiciado por nosotros mismos, ¡pum! 0/1 sin saber cómo. Creo de verdad que ha sido un simple accidente y que el tropiezo tiene remedio.
        

¡Que dure la racha del Burgos y empiece otra de veintitantos triunfos seguidos en El Arcángel!