CHUMY CHÚMEZ
1927-2003
José María González Castillo, Chumy Chúmez para el mundo, vivió toda la
vida como un enfermo imaginario: de ahí su capacidad para el
estremecimiento y el aforismo. Fue tercerista del Madrid hasta su
clausura gubernativa, pero sólo presumía de haber nacido el mismo día
en que murió Juan Gris y el mismo año en que Benito Perojo dirigió El negro que tenía el alma blanca.
Quino admiraba en él toda su sensibilidad de línea y su gráfica
excepcional: “Él empezó por el arte y terminó en el humor, cuando tantos
humoristas empezamos por el humor y quisiéramos acercarnos al arte.
Creo que de los dibujantes de humor ha sido el más plástico de todos.”
Fuera de plano, Quino tampoco podía dejar de admirar aquellas pestañas
chumytas de niño sorprendido. La acidez es una característica del humor
español, pero Chumy poseyó tal refinamiento que pudo decir las cosas
brutales de los humoristas españoles como si no las hubiera dicho.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)
