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KATHARINE HEPBURN
1907-2003
Cuando el productor John L. Mankiewicz presentó a Katharine Hepburn y a
Spencer Tracy, ella comentó: “Es bastante bajo para mí, ¿no?” “No te
preocupes, querida –le replicó Mankiewicz–. Ya te recortará hasta que le
vengas bien.” Y así fue. Hepburn descubrió con Tracy el significado de
la expresión “Te amo”. “El amor –dirá ella– no tiene nada que ver con lo
que esperas recibir, sino con lo que esperas dar, que es todo... Yo
amaba a Spencer, para mí lo primero era él, sus intereses y sus
demandas... Comíamos lo que a él le gustaba; hacíamos lo que a él le
gustaba; vivíamos la vida que él quería...” Tracy murió de madrugada en
la cama de Hepburn. “Ahora ya sólo pienso en morirme. Ha de ser un
verdadero alivio, ¿no les parece? El sueño eterno. Si hay una vida de
ultratumba, espero reunirme con Spencer.” Tuvo la fascinación de las
mujeres a quienes se les queda la ceja alta cuando se les besa en el
hombro desnudo.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)