AUGUSTO MONTERROSO
1921-2003
De Augusto Monterroso dijo Ana María Matute que era bajito, gordito y
sonrosadito. Debe la popularidad a su cuento del dinosaurio: “Cuando
despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.” Esto no ocurre con el
lector. “El lector es propenso a escapar y a huir en la segunda frase;
hay que procurar que no se te escape.” E inventó el relato corto.
Escribió, quizás por cortesía, poco, como si hubiera aspirado siempre a
no publicar más que lo perfecto. Una vez escribió: “La tristeza es como
la alegría: si te detienes a examinar sus causas, acabas con ella. ¿Y
quién quiere acabar con la tristeza? ¿O deberíamos decir: quién puede
acabar con ella? La vida es triste. Si es verdad que en un buen cuento
se concentra toda la vida, y si la vida es triste, un buen cuento será
siempre un cuento triste.” Como Ruano, creyó firmemente que todo reside
en la costumbre y que, muchas veces, la muerte puede consistir en ir
perdiendo la costumbre de vivir.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006