lunes, 22 de marzo de 2021

Nacidos para sufrir


Serra Ferrer y su Betis en el vestuario del Plaltío. 1994



 

El joven Dani Rebollo. Portero goleador

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo

      Parecía vedada para los clubes españoles la Copa de Europa de este 21 en el que venían jaquetones el Bayern, City y PSG mientras los nuestros deambulaban malheridos, tristones y como acomplejados, pero ¡mire usted por dónde! de los tres gallos sólo uno puede llegar a la final con permiso de Haaland y a mayor gloria de Zidane al que no hay estrellero que no lo tenga acogido. El Liverpool tiene buenos peloteros, pero el Madrid los tiene mejores y creo que mucho más listos para detectar al defensa o portero susceptible de convertir durante dos segundos el balón en un regalo. Véase a Araújo en Vigo y Sportiello  en Valdebebas en la última semana.
   

El fallo del portero, del defensa, del delantero que se pone a malcubrir en un córner, del árbitro... "Lo injusto del fútbol", dicen los del fútbol rico, como si el fútbol vino para hacer justicia y tuviera que ganar quien lo merece en cada partido. No. A mi parecer lo extraordinario del fútbol es la sorpresa, que gane quien no lo ha merecido, que pierda el equipo que estrella cinco balones en los palos y se lleve los puntos el que se aprovecha de un gol en propia puerta. Lo que nos enganchó al fútbol, a un servidor al menos, fueron tanto los padecimientos injustos como ¡ay!. Decir que se sufre siendo seguidor de Madrid, Barça, Bayern o Juventus es un insulto a los que hemos acompañado a los nuestros hasta Lasesarre o el José del Cuvillo, que por si no lo saben ustedes es el campo del Portuense.  Ver los descensos de Burgos y Córdoba, sus penurias, su mala vida y seguir queriéndolos irracionalmente poniendo dinero para demostrar con documentos nuestra fidelidad es un fútbol enemistado con el VAR, la tele y la comodidad.
     

Estuve ayer mañana en El Arcángel. No había entrado en los sorteos, reservándome, optimista impenitente, para los play off de ascenso, y como era el último encuentro de la Primera fase y se suponía emoción además de tener garantizado asiento por no haber asistido aún a ningún partido, acudí. No teníamos casi posibilidades de entrar en la lucha por el ascenso. Nos lo jugábamos con el Betis B a la espera de que el Sevilla Atco. no ganara. Hasta el minuto 80 el Córdoba estaba clasificado a pesar de la pésima gestión de los cambios del entrenador Pablo Alfaro, pero en el 84 el Sevilla marcaba de penalty riguroso y nosotros, el Córdoba CF, nos quedamos con uno menos por lesión del medio centro. Nuestro entrenador despreció dos cambios por no saber relevar a los cansados en uno solo y así en un córer en el minuto 91 Dani Rebollo, portero del Betis B, solo en el área como antier Bono el del Sevilla, nos coló el empate de cabeza... y en el 94, un tal Mizzian hizo el 1/2 para que incomprensiblemente, el menos favorito de los tres, el Betis B, se clasifique para disputar el ascenso a 2ª División. Partido histórico el de ayer. Como el de aquel Burgos-Betis por el que trozos del césped de El Plantío se exponen en las vitrinas de los béticos sufridores.


     Ahora jugaremos para no descender a esa 3ª que quieren seguir llamando 2ªB. De 30, quedarán 10 en la Pro que se ha inventado don Rubiales. Los otros 20 descenderán. Nosotros vamos a afrontar la liguilla con el disgusto y la mala sensación de ayer a mediodía. Lo haremos junto a unos cuantos históricos. ¡Veremos como acaba todo! Menos mal que queda el Burgos para levantarme el ánimo. Empieza su play off con nueve o diez puntos más que Celta B ó Deportivo, Unionistas y Zamora. La competición es en esta fase que entra un galimatías sólo entendible para los que estamos en el asunto -aún así nos confundimos-  en el que si Burgos, Ibiza y Badajoz no se clasificaran para el ascenso estaríamos en un escenario paranormal.