El señor León, el miércoles en nuestra peña
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Entre semana visitó el presidente León nuestra peña para transmitirnos su fe en un nuevo milagro y pedirnos que empujáramos entre todos para conseguirlo. La peña Azahara, que somos nosotros, es cordobesista sobre todas las cosas y la predisposición pro-club está fuera de toda duda. “Por nosotros no va a quedar”, le dijimos, pero “el entrenador debe poner de su parte en la táctica defensiva”. En Tenerife, con Herrero y Flaño hubo notable mejoría y así se lo reconocimos a un presidente que al parecer le gusta que juguemos con tres centrales. Chus Herrero, uno de ellos, no pudo salir ante el Granada por lesión y semejante pérdida se convirtió incomprensiblemente en decisiva. Bueno, no tan incomprensible. La actuación del sustituto, Quintanilla, cuyo nombre no ayuda nada en tareas que se suponen firmes y solventes, pues más parece apellido de oficinista que se lleva todas las broncas del jefe que el de fiero guardián del área, más el carajal de Loureiro en la banda derecha, echaron por tierra, otra vez en cinco minutos, el 1-0 del joven Andrés en el minuto 2.
La llamada del presidente a “Todos” en pos del milagro fue atendido sin fisuras, bien es cierto que con entradas a precio simbólico y un como siempre irracional optimismo de una ciudad acostumbrada a sucesos paranormales con su equipo de fútbol. El Granada era muy de respetar pero con El Arcángel casi lleno en un viernes noche con mucho personal en las faenas, ambiente de euforia y gol temprano el partido parecía la confirmación de la aparente mejoría... pero el míster granadino, Diego Martínez, que tiene muy bien estudiada la Segunda vió la debilidad en nuestra banda derecha y allá que mandó a Vadillo que había empezado en la otra banda para que intentara diabluras haciendo tándem con el cordobés y excordobesista Fede Vico. La variante táctica resultó demoledora pues este Vadillo que tanto prometiera en el Betis antes que Sergio Ramos lo desgraciara en el córner del fondo norte del Bernabéu (el árbitro no pitó ni falta en tarde tan aciaga), que fue recuperando confianza en el vistoso Huesca del año pasado y que se ha convertido en surtidor de juego y goles en un Granada con pasaje a Primera, destrozó los débiles impedimentos de nuestro flanco derecho y retrató de mala manera a dos jugadores que no pueden seguir así. Loureiro marcó en propia meta un centro de Vadillo por recular deficientemente y Quintanilla propició con una pérdida de balón previo esperpénticos recursos técnicos ante el fino y aún joven (23 años) mediapunta de Puerto Real el 1-2 que nos vuelve a aparcar en la estación del desasosiego.
No entusiasma el Granada, pero es equipo serio y, agorero que le gusta ser a uno, lo veo arriba. Fase de ascenso como mínimo. Con Rui Silva, un portero portugués al que cualquier día lo vemos con su selección. Dos centrales poderosos: Germán, el jefe atrás, y Martínez, torre que Diego Martínez tuvo en el filial del Sevilla; de lateral derecho juega un fiable Víctor Díaz, autor del primer gol del Leganés en Primera y el primero de la liga 15/16. En la zurda vino Adrián Castellano, uno de los nuestros, hijo de Rafa, el del bar de mi peña, que había empezado la temporada con la mala suerte de las lesiones. Ayer, ante la falta de Alex Martínez, jugadorazo, estuvo extraordinario y lo decimo sin pasión. No para que lo vuelva a repescar el R. Madrid pero sí para ser titular en cualquier equipo de Segunda. ¡Ojalá estuviera en el Córdoba que tanto quiere! El estajanovista Montoro y el gemelo San Emeterio (otro del Sevilla B) son dos tragamillas que entienden el fútbol de Segunda como hay que entenderlo. A veces sin contemplaciones y en ocasiones con uruguayas marrullerías.Vadillo está en plan artista como queda dicho y Fede Vico, otro de los nuestros ayer verdugo, va asentando su exquisita clase y es cosa de ver como maneja la zurda. Ausente el colombiano Ramos jugó Rodri, inquieto y guirigaynas como siempre. Rodri es buen delantero. Está sujeto a rachas, pero es mejor de lo que demuestra y su error está en preocuparse de lo accesorio en vez de centrarse en lo que le compete. Ojeda, cedido por el Leganés, dará que hablar cuando se acople y ... en fin, que me gustó el oficio del Granada, que nos ha vuelto el bajón y que, don León, la cosa tiene muy mala pinta. ¿Cómo iba a imaginar nadie que Chus Herrero, reserva en el Albacete, iba a ser tan imprescindible en el Córdoba?