jueves, 24 de abril de 2025

Hughes. Getafe, 0; Real Madrid, 1. Güler asoma la patita


@realmadrid


Hughes

Pura Golosina Deportiva

 

Por fin vimos a Güler de medio organizativo. A veces incluso muy atrás, en los nacimientos de la jugada, donde brota de entre las rocas (los centrales).


Ancelotti elogió a Güler al final del partido (lo vi en diferido y perpetro a altas horas). Tiene calidad, pero es débil en los duelos, dijo. Hum. ¿Más débil que el Modric actual? Porque Modric la última vez que me crucé con el dato ganó un 20% de los duelos, mientras que Arda ganó en Getafe más de la mitad.


Por supuesto, Güler no está todavía. No del todo. Incluso en los pases le falta un puntito de seguridad. Aún se la juega demasiado, su mediapunta todavía se impone al mediocentro. Lo ideal será que el mediapunta siga intacto bajo el yugo del otro, no que desaparezca. Es difícil esto: se tiene que someter sin perder frescura (cosa que sabemos cuesta).


Esto es remediable, alcanzable, pero se ha perdido un año. ¿Podría ser Güler un medio para jugar contra un Arsenal? Tiene más imantación de pase, de toque, más magnetismo zurdo que Odegaard. Está por ver su resistencia, su concentración, su abnegación, lo afilado y sobre todo lo constante de su inteligencia.


El mediocentro tiene que tener concentración de tenista.


La primera parte, adornada además con el gol (de sorprendente derechazo) tuvo su momento álgido cuando pisó la zona de Kroos. Ahí se levantó o quisimos imaginar un rumor. No sólo estaba bajando mucho. También cruzaba el campo con la libertad del que manda en el campo. Estaba saliendo de la banda. Estaba saliendo de la equivocada demarcación del extremo diestro, que le quita más que le da. Escoltado por Valverde y Tchouameni, pisaba a placer.


En esos minutos, cuando su zurda mandaba sin titubeo, sin esa milésima de regalo a las musarañas que incluso tiene el mejor Ceballos, la fantasía se iba a imaginarlo conectar con Bellingham.


¿No era esa la posibilidad inicial de esta plantilla: un 4-2-2-2, con dos pivotes por detrás y ellos repartiéndose la mediapunta -la parte o el tiempo creativo del mediocampo-?


Seguro que Arda estaba verde, pero Ancelotti pudo hacer algo más.


También con Endrick, que pudo marcar su gol estadístico. Futbolísticamente se lo ganó. Controló, se aquietó y supo montar la pared con Vinicius. La dibujó por la impronta de su arrancada. Demostraba ahí ser imaginativo, combinativo. No es un simple nueve rematador. Cerca del gol imagina rápidamente lo posible, moviliza sus recursos con urgente inteligencia, como se supone haremos cuando estemos ante el tigre, el incendio, el ladrón o el liberalio demenciado.



El goleador coyuntural


El  antimadridismo estructural