lunes, 17 de julio de 2023

¿Qué sabemos de Arda Güler?

 



 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Cuando más encampanados estaban los Zoris y Santos del piperío con la re-españolización del Real Madrid, va el Real Madrid y le levanta al Barcelona a Arda Güler, que es turco y en su presentación ha dejado bisojeos propios de genio, como los de Mozart (Tom Hulce) en el “Amadeus” de Milos Forman. Pero ¿qué sabemos de Arda Güler? Pues lo mismo que de Turquía.


    –Cuando yo estaba en Madrid creía que todos los turcos salían de la Guindalera y de los Cuatro Caminos para vender pieles en la Puerta del Sol –confiesa Camba en sus recuerdos de Turquía, donde fue corresponsal, cuando en el mundo había corresponsales.


    Camba tuvo que ir a Turquía para caerse del guindo, pero los madrileños seguían pensando que Turquía era una invención industrial destinada a acreditar sus pieles, “así como Tarrasa (el pueblo de Xavi, ex cerebro del Combinado Autonómico y padre de la Xavineta) es una realidad de la misma índole, destinada a desacreditar sus paños”.


    De momento, pues, todo lo que se sabe de Güler es que el Madrid se lo ha madrugado al Barcelona, cuyo “Departamento de Scouting”, como dice Laporta, decía tener atado y bien atado al joven turco. Con mejor credencial no se puede llegar al Bernabéu. Que lo más prometedor de la juventud inglesa y de la juventud turca elija el Real Madrid para jugar arruina el Relato mediático de la grandiosidad culé que nos meten por los ojos los valdaneros de Guardiola, a quien Schweinsteiger, por cierto, culpa del hundimiento del fútbol alemán, que se cargó a Heynckes, que tenía un Bayern campeón, para imponer al charlista de Sampedor.


    –Cuando llegó, todo el mundo creía que teníamos que jugar fútbol de pases cortos, y perdimos nuestros valores. Perdimos nuestro espíritu de lucha porque nos centramos en pasarnos el balón de forma bonita.


    Si Güler es un jugador bonito, ¿por qué ha elegido Madrid? “¡Por Ayuso!”, contestarán los liberalios del terraplén, que viven de lo mismo que los gorriones de la curva de Laffer. Pero Güler nunca oyó hablar de Ayuso, aunque tiene un padre que hace de madre de Mbappé, es decir, llevarle los dineros, y a lo mejor él sí ha tenido que discutir el proviso de Locke con Rocío Albert, la Chus Montero del ayusismo. ¿Tonterías? Pregunten a Laporta, que por culpa de estas “tonterías” se ha dejado los pelos del Deco y del Mateu (su “Departamento de Scouting”) en la gatera turca, quedándose sin el futbolista, y todo porque pensaban que en Turquía atan a los perros con longaniza, cuando Turquía, avisó Camba, está garantizada por su propio abandono.


    –Turquía es como ese melocotón que al final de los postres se queda solo en el frutero común, y que, como nadie se atreve a quitárselo al otro, permanece intacto hasta la comida próxima. En este caso, la cuestión política es una cuestión de “politesse”.


    Es tanta la propaganda que recibimos que todos estábamos convencidos de que, en cuestión de “politesse”, el barcelonismo todavía pesaba más que el madridismo. Después de todo, la historia, y Valdano, están de su parte. Por Camba nos ha llegado el emprendimiento, allá por 1910, de unos empresarios catalanes que solicitaron con éxito permiso para levantar una plaza de toros de diez mil asientos y doscientos cincuenta palcos en el llamado Campo de Marte de Constantinopla. ¿Por qué no utilizaron esta información el Deco y el Mateu para ronear a los propietarios de Güler, el Divino Zurdo? “Fracaso de una fiesta taurina en Turquía
, tituló Camba su artículo, que deja patente la influencia cultural catalana en tierras otomanas. Hubo demoras porque las autoridades estambulitas prohibían la matanza de reses no vacunadas y exigían la vacunación de los toros. Finalmente hubo festejo, pero, por cuestiones culturales, acabó como el rosario de la aurora. Cien años más tarde, el melocotón solitario en la fuente no se lo lleva Xavi para su Xavineta, sino que se lo lleva Ancelotti, seguramente para cubrir con Güler su lateral izquierdo liberando a Camavinga para el extremo derecho. Cualquier cosa para amenizar el aburridísimo Campeonato de Palanca a la española, que este año va a llevar el nombre de una marca de videojuegos, justo cuando Macron acaba de echar la culpa de la barbarie callejera en Francia… a los videojuegos, que ya hay que ser “nolaco”.


    A rey muerto, rey puesto. Para festejar el acontecimiento, la autoridad del Campeonato ha bendecido con un detallito de oro al Barcelona de Laporta, triunfador de la vuelta al ruedo con devolución de prendas por España 2023. Parece ser que, sin el VAR, el triunfador hubiera sido el Madrid. Y parece ser también que el detallito dorado no bastó para convencer a Güler.



 

Julio Camba, por Menéndez Chacón


UNA VIDA HIPOTECADA


    Estremece oír a Laporta confesar que el Barcelona ha de seguir pagando facturas de Messi hasta 2025, cuando el argentino lleva dos años fuera. Visto así (“¡qué mirás, bobo!”), les hubiera salido más barato comprarse, como inversión patrimonial, los Nuevos Ministerios de Madrid, cuya construcción se terminó gracias a una viñeta de Mingote que acabó sobre la mesa del consejo de ministros de Franco: ante el dibujo del guarda de las obras presumiendo de tener un trabajo “para toda la vida”, el general dio orden de concluir el proyecto para acabar con el pitorreo.

[Lunes, 10 de Julio]