lunes, 30 de diciembre de 2019

La póliza

Edward Coke


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    En el Estado de Derecho, el Derecho es “la facultad de las cosas inútiles”, descrita por Yuri Dombrovski.
    
España, por ejemplo, anda ahora pendiente de una póliza de la Abogacía del Estado para que Sánchez remate el desguace del mapa iniciado por Suárez, el hombre que susurraba al centrifuguismo (“café para todos”).
    
Suárez iba de águila, pero ignoraba la ley según la cual toda parte que actúa en un sentido intervencionista sobre la sociedad en una proporción superior a la del todo de que forma parte tenderá a separarse de ese todo. (¡En España ya vamos por León, cuna sentimental de Zapatero!) Es la formulación que un profesor, Gallego García (único español, por cierto, con curiosidad para estudiar la representación política), hace de una idea del economista alemán Wilhelm Röpke.
    
Si España fuera hoy un país serio, Sánchez nos contaría el chiste con que Reagan amenizó la toma de posesión de su secretario de Justicia, Edward Meese:
    
–¿Sabes por qué utilizan abogados en vez de ratones en los laboratorios? Por tres motivos: el primero, porque hay muchos abogados, casi tantos como ratones; el segundo, porque ningún científico llega a encariñarse con ellos; y el tercero, y el más importante, porque hay cosas que los ratones se niegan a hacer.
    
¿Lo de Sánchez está fuera de la ley? Procédase a su arresto. ¿Está dentro? Entonces (es el caso) tenemos un problema muy gordo que todos creen eludir con esa liga para cazar pajaritos del Estado de Derecho.

    En el Estado de Partidos (Estado de Derecho, para los finolis), el Derecho es el acordeón del soberano. ¿Quién es el soberano? Los partidos. ¿Y el partido de partidos? El Psoe. ¿Y su jefe? Sánchez. ¡Sánchez rematando el mapa de España como María Jesús el baile de los pajaritos! Sánchez y su voluntad soberana, ante cuyo arbitrio la ley natural y la costumbre se doblan como las velas del velorio. ¿Dónde está ese juez Coke que le ponga, en vez de una póliza, una loncha de “common law” al “san jacobo” de La Moncloa?