jueves, 5 de julio de 2018

Las Córdobas de un burgalés. Medina Azahara

 Dicen que para  impresionar a las visitas Abderramán puso catorce arcos de entrada

  En la casa de Yafar

Puzzles en el museo

Francisco Javier Gómez Izquierdo

     Sepan ustedes que lo que sigue lo pongo desde el cariño verdadero que tengo hacia Córdoba, sus calles, su mezquita, sus tabernas, su club de fútbol y... su Medina Azahara a la que subí el martes por si caía la breva de que el Salón Rico estuviera abierto con motivo del campeonato del mundo de los monumentos ganado en Báreim el domingo.

     Resulta que no. Que seguimos como hace diez años. Peor. Ahora, con el “conque” de la casa de Yafar o Chafa’ar si le habla un entendido, el turista, que  suele ser de buen conformar con tal de que le dejen hacer fotos, vuelve entusiasmado a Guadalajara y Edimburgo con el dormitorio del polígamo y los tres arcos califales en el móvil, pero a los que queremos a Medina Azahara desde que la conocimos, nos la tienen no voy a poner secuestrada por parecer excesivo, pero sí cuadra decir escondida desde hace mas de diez años.

     Desde 1988 hasta casi 2008 he tenido el honor y satisfacción de acompañar a la ciudad que levantó Abderramán III en las faldas de Sierra Morena a muchísimos amigos, familiares e incluso conocidos de amigos cordobeses. Lo hago, lo hacía, porque disfruto, disfrutaba,  mucho más que ellos paseando por calles que permanecen como antes del año mil hasta llegar al corazón vivo y deslumbrante del Salón Rico. El auténtico objetivo de la visita.

       En 2008, los que llevan la restauración cerraron el Salón Rico. El lugar estratégico y emblema de Medina Azahara. El que de verdad nos da idea del auténtico esplendor de la maravilla. Frente al Salón y en lo que se conoce como el Jardín Bajo pude ver durante 20 años cómo se iban juntando los cachos de diversos atauriques vegetales hasta completarlos para reproducirlos en las paredes.
    
Ni al Salón Rico, ni al Jardín Bajo con sus cuatro zafareches, que es una palabra muy bonita que significa alberca y por eso la pongo,  ni al paso elevado desde que al menos se apreciaba la mezquita destruida y el extraordinario jardín. Nada. No lo podemos ver. La mezquita, tampoco. Usted puede suponer desde lo más alto, a la entrada,  lo que pudo ser la ciudad, pero del lujo y el esplendor no podrá imaginarlo porque no ha visto el Salón Rico y, amigos cordobeses, la casa de Yafar pues “bueno”, pues “bien”, pues “vale”. Por eso ya solo voy si el amigo insiste. Cuando vuelvo me llevan los demonios.

      Si. Hay más cosas que ver en Medina Azahara pero ninguna como el Salón Rico. Protesto por lo que no vemos allí porque el que manda ahora en la rehabilitación dice que si por él fuera cobraría un mínimo de cinco euros por la entrada, incluso a los cordobeses. Es decir, cada vez que yo vaya a enseñar a los amigos de Burgos lo que él y sus administradores tienen guardado para contemplación y disfrute exclusivo, y me suelten las migajas del museo (mucho más de admirar el continente que el contenido) y la casa Chafa’ar, debo aportar diez euros para que a él y a su equipo les suban el sueldo, supongo.

     Mire usted, buen hombre, allí hay que ir. Uno debe molestarse y desplazarse. Se va por interés de ver. Hace dos años a diez amigos de Burgos y a gentes incluso de  otros países y continentes nos dieron el 1 de mayo, el mes de Córdoba, con la puerta en las narices porque era el día del obrero. Fiesta. Insinúa usted que la Mezquita acapara turistas en perjuicio de “su” palatina ciudad, sin ponerse a considerar que la Mezquita enseña mucho mas incluso cerrada, solo con mirar las puertas que la rodean, que lo que nos deja ver usted y la Junta que le manda. Y por supuesto, sin tanta pamplina como se gasta en el “yacimiento”.
     
Les aseguro que Medina Azahara es impresionante porque yo la he visto y disfrutado. Desde hace diez años para acá usted ve Medina Azahara como si fuera a Roma y le cerraran la ciudad del Vaticano y al principio de la Vía de la Conciliación le dijeran. “Allí hay una basílica ¿ve usted el trocito de cúpula que asoma?; dentro está la capilla Sixtina y además los museos Vaticanos que no tardando podrán ser visitados porque ya llevan diez años cerrados por reforma”.