jueves, 19 de julio de 2018

"Foe"

Hobbes


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

A Trump (¿dijo “would” o “wouldn’t”?) le van los periodistas con trampas fariseas·(“saduceas”, decía, con ingenio, Torcuato Fernández Miranda), o sea, que caes en ellas tanto diciendo sí como diciendo no, y de ahí el malentendido de llamar a la Unión Europea… “foe”, que tiene a los liberalios en cola en el Salón de los Potos (“Epipremnum aureum”) de Margarita Robles para alistarse voluntarios para la guerra.

Borrell, el único ministro con plan de estudios liberal, aclaró que ese “foe” no significa “enemigo”, sino “competidor”, pues el liberalismo, según aviso de Carl Schmitt, intenta disolver el concepto de enemigo, por el lado de la economía, en el de un competidor, y por el lado del espíritu, en el de un oponente en la discusión.
Schmitt es un genio del pensamiento porque da con la diferencia de “la política” y “lo político”, cuya distinción específica es la distinción de amigo (“Freund”) y enemigo (“Freind”). Los pueblos se agrupan en amigos y enemigos, entendiendo por enemigo sólo un conjunto de hombres que, eventualmente, se opone a otro conjunto análogo. La Guerra Fría (que se burla de todas las distinciones clásicas: guerra y paz, militar y civil, política y economía) rescata la palabra germánica “foe” de su letargo de cuatro siglos para usarla junto a “enemy”, que la había llevado al desuso.
Why, truly, your great Enemy is the Spaniard –grita Cromwell–. He is a natural enemy. The enemity is put into him by God.
Ningún pueblo puede apartar de sí la distinción entre amigos y enemigos con una declaración de amistad universal. Si un pueblo tiene miedo de los riesgos de la existencia política, otro pueblo aparecerá asumiendo su protección y determinando como protector quién es el enemigo.

El “protego ergo obligo” es el “cogito ergo sum” del Estado.
Hobbes, de lectura maravillosa para la playa, dice escribir su “Leviatán” para recordar a los hombres la “mutual relation between Protection and Obedience”, que tan mal llevamos los europeos.

Salón de los Potos (“Epipremnum aureum”) de Margarita Robles