martes, 2 de noviembre de 2010

Las cosas de Melquiades, el esquilador (IX)


COCINANDO Y EN LA PROCESIÓN

Francisco Javier Gómez Izquierdo

Las alubias de Ibeas son propias de Ibeas de Juarros, que es pueblo a 15 kms de Burgos. Es difícil encontrarlas hasta en la misma capital, pues los que las cultivan tienen comprometida la cosecha. La cotización de las alubias de Ibeas es más alta que las de fama, como Tolosa, Asturias y las distintas razas que abundan entre su especie. Los Claveles es el restaurante del pueblo que ha alcanzado celebridad con el plato, y el propietario del mismo solía darse una vuelta por Salgüero para cerciorarse in situ sobre las habilidades de Melquiades.

-Te voy a engordar cinco kilos.

Así le decía Melquíades a Pi. (marido de su novia) al verle tan poca cosa y como de pasar hambre, mientras vigilaba el pucherón de alubias con todos los avíos que son precisos por aquella tierra. Pi. miró su plato achocolatado y le dio miedo. Cogió con su cuchara tres unidades y las tocó con la punta de la lengua. Luego una cucharada, y otra, y otra, y... enseñó el plato vacío:

-¿Pog favog, sii?

-Come lo que quieras...

Y lo que quiso comió.


Alubia de Ibeas.
Fina, pequeña, sabrosa y sin forma de riñón

Los vecinos miraban por la tarde el semblante de Pi. despatarrado en el poyo de la fachada con las manos en la barriga y acusaban entre risas a Melquiades de atentar contra el marido de D., su novia.

D. llevó a Pi. a la estación de Renfe. En la semana que convivieron D., Pi., Do. y Melquiades no hubo ni una discusión, ni un mal gesto, ni el más mínimo reproche... ante el asombro de las mujeres del pueblo y la incredulidad de los hombres. Desde entonces, las mujeres de Salgüero dan lecciones y ponen ejemplos de convivencia.

Al poco de la visita de Pi. a su hija Do. y a su ex-mujer, llegó la romería de San Juan de Ortega.

A principios de junio se celebraba, e imagino se sigue celebrando, la romería en el monasterio al que ha dado fama un capitel románico. Cuando fuimos cantineros, el camino de Santiago no tenía la repercusión que tiene hoy, y de Santa Ovenia al monasterio había que llevar los coches en 1ª. Hoy te puedes encontrar a Shirley MacLaine, a Cristiano Ronaldo o al mismo príncipe de Bélgica, pero entonces te encontrabas al padre Victoriano, a Abundio el de Atapuerca ó Enricote el de Urrez. Los 30 pueblos de la comarca asistían contentos al día de fiesta y los cantineros llevábamos unas cajas de vino y cervezas para beber después de la misa. La procesión era muy espectacular y los mozos de cada pueblo alardeaban meciendo su pendón.


Melquiades con gorrito indescriptible de Romería
con la gente de Salgüero

Como ya es sabido, Melquiades no tiene miedo a nada, por lo que pidió a Bernardo o a uno de los hijos de Emilio que le dejaran llevar un rato el del pueblo, desplegado. El pendón de Salgüero fue el más celebrado y aplaudido en el 82, pues la altura de Melquiades excedía en mucho a la de los otros portadores y doy fe de que ninguno de estos se molestó, orgullosos de hacer procesión junto a Melqui, alrededor del que se sentaron a almorzar en lo que fue campa de San Juan de Ortega y hoy convertida en pretencioso aparcamiento.
Viendo la aceptación que tenía entre aquellos pueblos, Melquiades inventó una fiesta para la eternidad.


Pendones en un rincón del Monasterio de San Juan de Ortega
Etapa emblemática del Camino

Introducción
Capítulo I. La fiesta de Melqui
Capítulo II. ¿Son las ovejas más tontas que las personas? Video
Capítulo III. "Segovianos, segovianos, / somos gente cocinera..."
Capítulo IV. "Soy Javier Rupérez y me acaban de liberar"
Capítulo V. Cuando volvió a Burgos a mirar 'lo de la mili' lo hizo vestido de juglar
Capítulo VI. "El Melqui es un rejoío. ¡Cómo guisa el recondenao!"
Capítulo VII. Melquiades, enamorado
Capítulo VIII. Melquiades en el nido del cuco feminista