Francisco Javier Gómez Izquierdo
Siendo presidente del gobierno don Felipe González se unificaron los ministerios de Justicia e Interior -por el terror etarra, se supuso entonces- y cuando se volvieron a separar las carteras a mediados de los 90, los funcionarios de Prisiones que nos habíamos acostado en Justicia nos levantamos en Interior como cuerpo de seguridad, otra lógica suposición, porque fuerza nunca tuvimos y la poca que se nos suponía la iban minando los ministros y barandas que han ido pasando por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. No se nos quiso reconocer como agentes de la autoridad con un cerrilismo administrativo y un desprecio al exiguo colectivo que sólo tenía explicación desde el prejuicio tan español que relaciona la cárcel con el pobrecito preso y el tétrico carcelero. Don Marlaska, ahora que no protestan "los boquis" ha accedido a reconocer lo que no tendría que tener discusión. Sorprende el extraño arrebato que ha empujado a este hombre tan insensible con nuestras cuitas, pero veo que el campanudo ministro añade una novedad a la antigua reivindicación del gremio y es la creación de los agentes de libertad condicional que es una figura que vemos mucho en las películas americanas.
Como creo que nada es casualidad cuando se habla de prisiones, códigos y política, traduzco la declaración de don Otegui y leo que para solicitar el tercer grado a todos los condenados por terrorismo tendría que bastar un modelo de instancia en el que se comprometieran a no recaer en la actividad y sentir "como cada cual quiera entender" el daño causado a las víctimas. El requisito que habla de abonar la responsabilidad civil, elimínese por ir contra la convivencia que se pretende alcanzar en el País Vasco y sobre el pronóstico de reinserción y evolución del tratamiento reeducador del interno, déjese a la consideración de... ¿los agentes de la libertad condicional?
Don Otegui estuvo preso y sabe los paripés que hay que poner por escrito y los papeles que hay que representar ante el psicólogo, mejor si es psicóloga, del equipo de Tratamiento. Lágrimas victimistas que acusan a padres o parientes malvados, o peor aún, depravados: "sólo se lo voy a contar a Ud. pero no se lo diga a nadie más, por favor se lo pido.." Es de temer que para la condicional de los "Pachis" no será necesario contar intimidades conmovedoras al psicólogo. Bastará con las pautas explicadas antier por don Otegui a... los agentes de la condicional. Queda por aclarar si estos agentes precisarán conocimientos de legislación penal y penitenciaria para el ejercicio del cometido encargado por el Ministro.