Julián de San Blas
Groundhog Day
PEPE CAMPOS
V DE FERIA. PREVIA
Lo que se oye:
Los curiosos aficionados de Oriente Lejano se preguntan si El Juli toreará derecho para cumplir con la tradición o si lo hará tumbado para recoger más premios. En este sentido polemizan sobre si le darán un rabo o dos rabos si toreara muy tumbado (labos de galciglande). Se ve que el lío de Morante en Sevilla agita las tertulias en las Teterías (Chá cuan) de Taiwán.
CRÓNICA
Toros de Garcigrande y Domingo Hernández, mansos. Algunos sirvieron, si empleamos el argot taurino al uso. Sirvió y mucho el primero. El quinto, pensamos, fue una apuesta de Emilio De Justo. Al sexto, Ortega le aplicó el remedio de la tersura.
El Juli, después de tantos años de alternativa (23) le recetó al excelente primer toro de Garcigrande la medicina de la rapidez, posiblemente, por estar, en estos momentos, muy cara la electricidad. Le enchufó pico, despego, lejanías, muchos pases y remates en San Blas, todo a marchamartillo, a todo trapo. Al cuarto, a mayores dificultades, menores soluciones.
Emilio de Justo. Fue su tarde. Hay que reconocer que estuvo metido al cien por cien en el vestido de torear. Ante el segundo, que embistió a oleadas, le intentó resolver las dificultades que le aparecían, estuvo bien en redondo, y, tal vez, se entretuvo en un trasteo largo, pero no acusó la voladura del triunfo. En el quinto, al que supo ver, un gran inicio de faena y un vibrante planteamiento, sin retroceder en ningún momento y aplicándole corazón, coraje, acierto, ajuste y dimensión. Una faena de emoción y dominio, de capacidad y solvencia. Un querer ser.
Juan Ortega, en su primero, frente a un toro descastado, que era de lidiarlo y machetearlo, le faltó la velocidad eléctrica que vimos hacer a su compañero en el primero de la tarde. En el sexto, todo fue suavidad, exquisitez y percibimos el trazo del muletazo de Chenel.
Mientras escribo estas líneas escucho a los tertulianos de Movistar. Según ellos el triunfo de Emilio De Justo se lo debe a El Juli, porque le enseñó el camino. ¡¡Con dos!! (¡Y lo que vale es lo de ayer de Morante!) (¡Según Esplá, había muchos extremeños en Las Ventas que domaron al público de Madrid! ¡Hay que ser inane! ¡No sigo! Etc.
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ANDREW MOORE
El espectáculo ha sustituido a la liturgia, igual que el sentimentalismo hace las veces de teología
Marc Fumaroli
