jueves, 28 de octubre de 2021

La autovía


Robin abriéndose paso en la autovía

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Si la socialdemocracia no viene a mí, yo voy a la socialdemocracia. ¿Cómo? Por la autovía de servidumbre. Peaje, pues, en las autovías. Es anticonstitucional, pero ¿qué no es anticonstitucional en España?


    Sloterdijk, un socialdemócrata de buena fe (allá él), no como esa baronesa Úrsula que se pone de Wagner y quiere invadir Polonia, como Woody Allen, tuvo la humorada de proponer la fiscalidad voluntaria (no le pedimos a usted que dé su vida por la democracia: nos contentamos con que dé su dinero) para acabar con la fea imagen de los modernos ministros de Economía, que son “un Robin Hood que ha jurado la Constitución” (donde la haya, que no es en Alemania ni en España).

Su fracaso en el intento lleva a los Robin Hood a meter mano a los ricos, que para la socialdemocracia es cualquier idiota con un Ford Fiesta, en las autovías (un impuesto como el que en las fiestas de San Isidro cobraban los pícaros madrileños a los paletos, los isidros, por caminar por la acera de sombra), sin más protesta que las de los liberalios, los mismos que defienden el IRPF, o impuesto sobre las “personas físicas”, versión laica (socialdemócrata) del impuesto ruso sobre las almas, “todas las almas”, que diría Marías, nuestro Céline, con aquella línea inmortal (página 145): “Que tenga la polla en la boca de Muriel es incomprensible”.
    

Al liberalio local le escandaliza que Robin Hood lo asalte en la autovía para meterle la mano en el bolsillo, pero no que lo haga en la nominilla con la que a duras penas puede pagar los impuestos sobre los carburantes. Es el mismo liberalio que llama separación de poderes al reparto de funciones y que no ha leído de Montesquieu, al que tanto cita de oídas, ni su párrafo más sencillo: “El impuesto personal (directo) es más natural en la servidumbre; el impuesto sobre las mercancías (indirecto) es más natural en la libertad”.
    

Pero la libertad, para el bizarro liberalio hispano (de los berzas de la izquierda social ni hablamos), siempre fue “una mariconada”.

[Jueves, 21 de Octubre]