lunes, 27 de mayo de 2013

Lunes, 27 de mayo

 EL PASE

 Cada toro tiene su sitio, como cada torero. Lo que hay que mirar son los pies del torero en el centro del pase, cuando se está pasando al toro, la distancia a que le pasa, y la distancia a que se lo deja o remata el pase. Esa distancia, despegada o ceñida, y la quietud de pies en ese instante es lo verdaderamente importante del pase; más, mucho más que la distancia a que se coloca para dar el pase. Porque la quietud y la distancia en el centro de la suerte revelan que el toro va muy bien toreado, a su temple, muy embarcado en la muleta, que el que manda es el torero. El pase hay que rematarle, sin dejarse enganchar la muleta -temple- y llevarle, hasta dejarle a una distancia, que el torero no tenga que irse, ni dar un salto atrás, para ligar la faena sin interrupción, sin que pueda servir de pretexto salirse para saludar. Ya saludará después.
LOS MANDAMIENTOS DE LAS CORRIDAS DE TOROS, 1955 / GREGORIO CORROCHANO
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006

Ignacio Ruiz Quintano