domingo, 13 de octubre de 2024

La Segunda División. 10.- Granada CF


Bienvenido... y creo que bien hallado

               

 

Gonzalo Villar, necesitaba un buen señor para servir como sabe


       Francisco Javier Gómez Izquierdo


          Aquellos que echan un ojo a mis modestas presentaciones y comentarios de los equipos de Segunda habrán notado que no me gusta hablar de sistemas. Esto es así porque los partidos evolucionan y los sistemas se transforman por un córner mal sacado, un penalty tonto, una expulsión temprana y sobre todo por un mejor planteamiento del rival. Los entrenadores que mayores sobresaltos han de soportar -según mi modesto parecer- son aquéllos que les ha dado por experimentar hasta encabezonarse con el 3-5-2 al que llaman el de los tres centrales y en el que por ejemplo el Cholo Simeone se ha empeñado con el Atleti. No me gusta nada ese planteamiento por muchas ventajas que algunos sabios le concedan, y así, al entrenador del Granada, Guillermo Abascal, emigrante sevillano que lo ha sido por Italia, Suiza y Rusia, le ha costado el puesto tras la sexta jornada de Liga y una sola victoria en el Granada de amos chinos. Fran Escribá, un señor sensato, lleva dos partidos, los dos contra burgaleses, empatando primero en Burgos y ganando en Miranda. El domingo espera al Córdoba en Los Cármenes con un 4-4-2 que es, creo, el modo mas práctico para la Segunda. Las variantes de Escribá, además del sistema, empezaron en la portería con el veterano Mariño, al que creo mantendrá a pesar de la recuperación tras lesión de Luca, uno de los hijos de Zidane, que hay que reconocer tuvo dos años buenos en Éibar. De los tres centrales de Abascal, Escribá duda entre Miguel Rubio, recordado con cariño en Burgos, o Williams, canterano del Girona para acompañar al experimentado (Arsenal, Norwich Citty, Girona, Leganés, Huesca...) Ignasi Miquel con el que el anterior míster no contaba. El lateral derecho es Ricard, uno de los niños del Atlético de Madrid que hizo un penalty en Anduva que nadie quiso ver -¡¡ay, el VAR!!- y del rechace de su brazo llegó el gol del Granada que dio tres puntos. Miren en el youtube el penalty pitado en el Sevilla-Betis del domingo tras el de Ricard el último sábado en el Mirandés-Granada e intenten comprender las bondades del VAR. De lateral izquierdo funciona un tal Brau del B, que le ha comido la tostada a Carlos Neva, titular los últimos cinco años. El perico Rubén Sánchez y el veterano Insúa, jugador de 1ª con el Dépor, Leganés o Huesca, esperan en el banquillo para cualquier contingencia defensiva.


      Una de las rarezas de Abascal era la suplencia de Gonzalo Villar del que servidor quedó prendado viéndolo hace años en el Elche. Lo fichó la Roma, fué internacional y creo que los entrenadores no le acaban de entender. Escribá le ha puesto de manijero mandón y en los dos partidos me ha parecido lo que es: un gran medio y el faro del equipo. De escudero de Villar, mediocentro defensivo, juega Hongla, un camerunés todo músculo; por la derecha un georgiano que marcó en Burgos, Tsitiashvili, y por la izquierda un polaco, Jozwiak, con cara de poner mucho interés en las disputas de los balones divididos. En punta dos: Uzuni, nueve de garantías a pesar de que no ha empezado fino la temporada, y otro: creo que el más apropiado por calidad y brega es Lucas Boyé, gran jugador este Lucas -River Plate, Torino, Celta, Elche..- aunque al israelí Weissman se le ve mejor adaptado a la Segunda que a la Primera y va a jugar mucho, creo.


     ¿Pero y al contrastado Manu Trigueros, al joven madridista Reinier, al rumanocandiense Corbeanu, al navarrico goleador del B Pablo Sáenz... dónde los ponemos? Fran Escribá es seguro que cuenta con ellos ¡Manu Trigueros, por Dios! y van a contribuir a lo que creo va a ser una buena campaña... pero que empiece a funcionar la máquina en la jornada diez. En la nueve, próximo domingo, toca verse las caras con el Córdoba, duelo de Zidanes, aunque no creo que el portero del Granada salga. Espero que nuestro míster Iván Ania no se empeñe en un 4-2-4 al que tanta afición le tiene. Los exquisitos dicen 4-1-4-1, y es que no sabe ya uno como hay que mirar los partidos.