jueves, 3 de julio de 2014

Prórrogas





Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Brasil’14, o el Mundial de las prórrogas.

    –¿Qué quiere este deporte de nosotros, con tantas prórrogas? –se preguntaba Hughes en la prórroga del Alemania-Argelia.

    Una prórroga es el consenso que nos hemos buscado para estirar el chicle del mamoneo.

    –¡Sólo un verano más! –pedía Hölderlin en la agonía.
    
Ese verano será nuestra prórroga política.
    
La socialdemocracia es un empate amañado entre liberalismo y socialismo en cuya prórroga nos encontramos camino de las tandas de penaltis anunciadas para el otoño.

    La prórroga viene a ser la forma posmoderna de pedirse el sobrero.

    –¡Presidente! ¡Venga ese sobrero!
    
Con su abdicación, Juan Carlos habría allanado una prórroga para la Monarquía. Rajoy anuncia regeneración (¡otro 98, no, por Dios!) para prorrogarse en La Moncloa y Botella nos pone bicis para forzar su prórroga en la Alcaldía. Susana se busca a Pedro Sánchez para que le haga de Müller (“Müller es un jugador de prórrogas”, tiene dicho Hughes) en la prórroga del socialismo trianero. La prórroga del comunismo que no se atreve a decir su nombre se llama Pablo Iglesias. Y Mas prepara una flota militar por si la prórroga de la independencia, y eso que un nacionalista, cuyo tiempo verbal es el “futuro presente”, siempre está jugando la prórroga, pues su Destino Manifiesto no está en la Independencia, que sería su muerte, sino en el fascismo de la Superioridad y la Diferencia.
    
El caso es que, vista así, España parece hoy una franquicia de “Pawn Stars”, esa casa de empeños de Las Vegas que dan en TV y cuyo propietario, Rick Harrison, que regatea los precios con risa de pájaro carpintero, se presenta por las buenas:

    –En mi tienda, la familia es lo primero. El dinero viene después... dependiendo de a quién se lo pregunten. Una cosa que he aprendido en estos años es que nunca sabes qué es lo que va a entrar por esa puerta.
    
O sea, Rosa Luxemburgo… o Beatriz Montañez, ministra de Cultura (“in pectore”) de Pablo Iglesias.