miércoles, 9 de julio de 2014

La derrota de Brasil

 Francisco Javier Gómez Izquierdo

   Admitamos que Brasil ha pasado rondas agónicas. Que ha enterrado los principios futbolísticos que lo hacían admirable. Que sus hombres son ya más fogoneros que maquinistas. Que el músculo que le sostenía se ha cristalizado poco a poco. Incluso que organizar un Mundial en el país es el modo más infalible de convocar desgracias irremediables y eternas. Desgracias que perdurarán por los siglos de los siglos.

     ...Pero se nos hace incompresible éste 1-7 tan humillante como incontestable. No cabe ya duda de que el fútbol del Mundial lo pone Alemania, olvidadas las honrosas veleidades inconsistentes de Colombia y Costa Rica, y eso que Özil empezó como suele en las citas importantes. Pero apareció Müller, ese invento de Van Gaal, poniendo en evidencia a una defensa enloquecida; Lham en su sitio, Kröos en el de todos y Khedira, -sí, Khedira- mirando al gol con chulería. Aparecieron con una suficiencia insultante ante una manada de niños pusilánimes incapaces de asumir el papel para el que estaban elegidos.

    En este Mundial, como en los anteriores, críticos desnortados nos quisieron hacer ver como verdad absoluta lo que cuatro aficionados orates que a nada ni nadie nos debemos, llevamos observando como timos evidentes.  Un poner, ese David Luiz que iba para ejemplo de defensa universal. ¿Qué insensato se ha dejado engañar y se responsabiliza de abonar 50 millones de euros por semejante mentira? Sí, ya sé.. tiene buen toque, cabecea bien y es peligroso en el área contraria... y en la propia.  Desabrigado por la falta de Thiago Silva, ha vuelto a demostrar lo que un servidor ha referido varias veces en Salmonetes... que no ha aprendido a marcar y que ya no va a aprender nunca... porque un defensa no puede ser tan melancólico, ni tan pamplinas, ni despistarse tanto mirando a las musarañas.
 
 Repasen los goles alemanes y fíjense en la criatura.

       PeléJairzinho, Rivelinho, Ronaldinho, Rivaldo, Romario, Garrincha....  ¿No tiene usted memoria, señor Scolari? ¿Merece Brasil el castigo de Paulinho, Fernandinho, Ramires, Luiz Gustavo.....?
       
Hace muchos años que no me impactaban tanto tantos partidos de fútbol seguidos y esas sensaciones me demuestran que no hay nada como el fútbol, sobre todo a los que ya no hay quién nos cambie. Escribo esto porque me veo incapaz de coger el sueño, impresionado aún ante tanto poderío alemán.