Abc
Cataluña necesita un Estado, dice Mas, y con esto prueba Mas ser más español que nadie, y Cataluña, la España más profunda.
Para Fernández Flórez, la frase española que resumía nuestra cultura económica era ésta: “Hay que buscar dinero, aunque sea en el centro de la tierra”.
Y el centro de la tierra, para un español, siempre fue el Estado.
Por ese lado, Mas es más español que Rajoy, presidente de un país de diecisiete países que, juntos, sólo dan para un Estadito que pone multas de Tráfico, pero que no puede con el “psycho killer” Bolinaga, que pesa 47,500 kilos. (¿O eran 47,200?)
–¿Crees que traiciono alguna vez mi condición de jurista? –preguntó Fraga a Pemán, que muy gaditanamente bromeaba con que la ley de Prensa la hiciera un gordo y luego la estuviera administrando un flaco, pues Fraga venía de perder veinte kilos.
–“Traición” –contestó Pemán– es un verbo demasiado radical. Pero tienes que equilibrar constantemente el jurista y el gobernante. En cualquier caso, un gallego no tiene nunca un sentido jurídico demasiado exigente. Para los gallegos, el “poder” no es un sustantivo: es un verbo deslizante, es “lo que se puede”.
–Es por eficacia.
–Pero no es eficaz, en rueda de Prensa ante los corresponsales extranjeros, cortar con unas tijeras de escritorio el cordón de un teléfono que interrumpía con su timbre la aclaración del baño de Palomares.
¡Lo que se puede! Ahí es nada.
Seguramente Rajoy no pueda lo que Obama, que, en aras de la eficacia, ha enviado a los marines para encargarse de lo del asesinato de su embajador en Libia.
Para nosotros, en cambio, Bolinaga es… lo que se puede, verbo tan deslizante que le ha valido para deslizarse del talego.
Bolinaga, esa izquierda terruñera que vuelve a casa por Navidad.