-El deporte, sin embargo, tiene en España un punto de exaltación patriótica que roza la ternura; una pelea con la selección es un ejercicio de camaradería y si a los chicos los entrena un portugués la cosa deviene en matonismo. A Alberto Contador se le aplaudió hoy directamente como a Lola Flores. No merecía el campeón ese trago, del que unos culpan a los familiares y otros a los periodistas. Lo que nadie aclara es cómo los distinguieron.
Click
Click