-Puede decirse que mi vida pública literaria dio comienzo con mi ingreso en la Universidad. Aunque matriculado en Derecho, frecuentaba como oyente la Facultad de Filosofía y Letras y en particular las clases del joven catedrático de Lengua y Literatura don Francisco López Estrada. Don Francisco fundó una tertulia en el café Los Corales, de la calle Sierpes, tertulia de la que salió una efímera y exquisita revista, titulada Floresta de varia poesía. López Estrada reunió a jóvenes aspirantes a literatos de muy varia procedencia, y así fue cómo conocí a Manuel Barrios, alumno ya de cuarto de Derecho. No sé si estaba matriculado por libre, porque tanto él como un amigo que lo acompañaba, iban muy bien vestidos, y eso en aquellos tiempos indicaba que se disponía de un empleo y unos ingresos por lo menos...
En Viñamarina
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