Francisco Javier Gómez Izquierdo
Si usted se para a pensar sin apasionamiento y repasa los capítulos mas interesantes de la Champions quizás no le vengan a la sesera las últimas finales sino todas las eliminatorias de la última edición que disputó el Madrid. El formidable Mbappé con el PSG en octavos, la prórroga en cuartos ante el Chelsea, la increíble turbación del City al final de los 90 minutos en semifinales es lo que cautiva, y, como no podía ser de otro modo, lo que vende. Las remontadas, las prórrogas y si me apuran los penaltys son guiones golosos para las teles y tal cúmulo de atractivos en la más selecta competición parece que sólo los garantiza el Real Madrid. La línea argumental en Anfield continúa la extraordinaria serie a la que nos tiene acostumbrados el equipo de Ancelotti: Comienzo desastroso en defensa para dar pena y soltar la lengua. "...Alaba en el lateral izquierdo es una coladera", solté a mi doña, con el 2-0 y creo que con cierta razón. Al poco, genialidad de ese Vinicius ante el que agacharán las cervices más de nuevemil naciones y ¡cómo no! el cuerpo se puso jotero para digerir como merece lo que empezamos a sospechar tras repetir Alexander-Arnold las desaplicaciones de las que le venimos acusando aquí estos años. Centra muy bien, es cosa indudable, pero descoloca mucho a la defensa. ¡A mi parecer, claro está! La entrada de Nacho tras la lesión de Alaba taponó por contra la hemorragia madridista y de pronto amainó el vendaval rojo y todo el campo fue ocupado por una orquesta blanquísima que incluso sonó al gusto de orejas hostiles. En fin, el Madrid y Vinicius en su línea, cabalgando.
Italia quiere meter a tres de los suyos en cuartos y parece que el Nápoles tiene ya pie y medio gracias entre otros a Osimhen, un delantero centro de las trazas del poderoso Lukaku que parece que vuelve por do solía y sigue intimidando y goleando para el Inter. Los dos equipos de Milán acabaron 1-0 a favor y servidor cree que semejante resultado puede bastar porque ni Oporto ni Tottenham son el Madrid remontador. Bueno, el Tottenham tiene a Kane que puede hacer las veces de Benzemá.
Seguimos en el fútbol porque no somos capaces de dejarlo. Leo que los amos del Manchester United piden a su entrenador Ten Hag que ponga esta noche a los reservas en la Europalí contra el Barcelona porque tal competición interesa menos que la Copa de Inglaterra. Exigen los propietarios la clasificación para la Champions y que el entrenador se deje de menudencias. El caso es que el otro día jugó gente rara en el Camp Nou pero como no sigo como antes las vicisitudes de cada club no le dí importancia. Además eso de los reservas suele ser arma sorpresiva pues como ya dejé apuntado el otro día con ocasión de que el Castilla viniera a Córdoba con los reservas, que a los meritorios los carga el diablo.
Precisamente un Castilla de 1980 obligó a cambiar la Reglamentación Española de la Copa del Rey por plantarse en la final ante el equipo titular del Real Madrid, sus superiores por decirlo así. Antes se deshicieron del Athletic y de la Real Sociedad y llegaron incluso a eliminar al West Ham en la Recopa de Europa. Pocos recuerdan que a aquel Castilla de Agustín, Gallego, Pineda Espinosa, Cidón, Bernal, Casimiro con i... lo dirgía un entrenador que se llamaba como el Gaitu, mi compadre, Juan José García. Al pobre se lo llevó un infarto con tan sólo 41 años.