Miguel Rasero. Bodegón, homenaje a Picasso
Francisco Javier Gómez Izquierdo
¿Quién nos iba a decir que la Eurocopa de la peste nos iba a devolver el fútbol? ¿Cómo agradecer la decisión de amordazar al Var, con las excepciones del soberbio Mateu o el aturullado árbitro ruso que pitó el Chequia-Holanda ? ¿Desde cuándo no disfrutábamos del resultado incierto de verdad y no con hipócritas paripés? El fútbol vivió ayer una sensacional tarde-noche, en un repique festivo de campanas gloriosas que coincidió con las vísperas de los Sampedros de Burgos y que los aficionados recibimos con la sensación de paladear fútbol en estado puro; fútbol en el que los tuyos te llevan del cabreo a la euforia, de la euforia al desaliento y que te levantan el ánimo cuando los vientos son menos favorables; fútbol que, en el que tenías por favorito, cae en un partido que es imposible que se repita; fútbol de pesadilla para entrenadores, de goles infantiles que te dejan con la boca abierta como si se te parara un ovni delante de los morros, de arrebatos sublimes de calidad, de un compromiso de los jugadores hasta la extenuación... pero sabiendo que la clave de todo está en la emoción, ese componente que sólo puede darse en partidos a vida o muerte, en partidos que se recuerdan incluso con más entusiasmo que las finales. ¡Que gran día ayer!
Los aficionados españoles no sabemos si tenemos buen equipo, si lo de la media p'alante nos sobrará para lo que nos fala de la media p'atrás, si Luis Enrique es tozudo o visonario, si Morata es mejor defensa que Eric García y Laporte juntos, si la titularidad de Unai Simón es capricho o meritocracia... Lo que es seguro es que la España de Luis Enrique es imprevisible, capaz de ganar y perder con cualquiera. Nos pone nerviosos en su pertinaz pasar pero de repente surge un ramalazo genial, no individual sino coral, en un juego que reconocemos y que está como disimulado como en uno de esos abigarrados y caóticos bodegones de Miguel Rasero, el pintor cordobés de Doña Mencía que nos recuerda que no hace tanto no había quién nos metiera mano. España es el equipo de Luis Enrique para lo bueno y para lo malo. Lo bueno de Luis Enrique como seleccionador es que se atrae todas las culpas del grupo porque culpa suya es que Unai Simón sea nuestro portero... y todos los elogios porque mérito suyo es insistir en la titularidad de Morata. Para un servidor lo de Morata es más que necesario. No tan necesario como Busquets pero el "compromiso" defensivo de nuestro delantero centro es de agradecer e incluso mas visible y efectivo que el de los centrales y el portero, en teoría los especialistas. Creo que jugamos bien, que defendemos peor que regular, que estamos librando porque no nos llegan prácticamente a puerta y que cualquier cosa puede ocurrir. Nos sorprende España y asistimos a sus partidos como ante una película de suspense. Cuando ustedes vieron salir a Dani Olmo ¿esperaban tanta perfección en el centro? ¿Y qué sentimiento tenían al comienzo de la prórroga, sino el de una derrota garantizada en el duelo de ex-ilicitanos Unai Simón/Pasalic? Luis Enrique nos parece antipático, soberbio, cae mal, creemos que se empecina en sus decisiones pero a mí me da que tiene un pacto con la Fortuna y que está apuntando nombres para pasar lista cuanto más tarde mejor y soltar ese "¿Y ahora qué, mamoncete?" tan propio de personalidades como la suya
Le avala que no hay favorito para el título y eliminada la Francia que un servidor veía campeona, retiro, para no pecar más de agorero, la candidatura italiana tras el sufrimiento que gastó para eliminar a un equipo como el austríaco cuyo mejor jugador es un defensa, Alaba, y con una Arnautovic con ínfulas de Ibrahimovic que no pasa de vulgar imitación chinesca. En realidad esta Eurocopa es más de entrenadores que de jugadores. De entrenadores que motivan y se hacen respetar como este Jaroslav Silhavy del que nada sabíamos pero que ha puesto en el escaparate a Chick, Kalas, Holes más un nuevo Masopoust con la intención de repetir la hazaña de los Panenka, Victor, Ondrus, Nehoda...¿Qué se puede decir sobre la fe de los suizos en ese Petkovic con aire de senador americano tras el primer empate ante Gales o el 3-0 que les metió Italia? ¿Embolo, Shaquiri, Sommer... ante Mbappé, Griezzman, Benzema..? No parecía haber color hasta que un tal Seferovic que pasó discretamente por la Real Sociedad, resquebrajó el entramado del laureado Deschamps. Franceses ¿cómo es posible que pasara lo que pasó después del golazo de Pogba? ¿Por qué condenáis a Mbappé y le convertís en vuestro particular Morata? ¡Qué decepción, Francia!
De Bruyne me tiene ganado y es mi jugador favorito de la Eurocopa, pero anda renqueante y creo que Bélgica lo acusará. Roberto Martínez prescindió en octavos de su defensa rastafari con veteranos de pelo corto que en principio dan más seriedad al conjunto pero aún así la defensa es vulnerable. En realidad, todas me lo parecen. Quizás la más sobria sea la de Dinamarca que tras "lo" de Erikssen progresa adecuadamente, juega bien, es disciplinada, sus jugadores son técnicos y se les ve capaces de cualquier cosa. Ya saben ganar una Eurocopa sin que nadie contara con ella.
¡Oiga, que siga así la cosa!