lunes, 21 de junio de 2021

Para qué Ancelotti

 


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    El Madrid no quiere líos (la tranquilidad es una pasión conservadora propia de la vejez), y para eso ha traído a Ancelotti, el hombre tranquilo del liderazgo tranquilo con un método tranquilo.
   

 –Si salgo ganador es porque soy un tipo tranquilo. Y si salgo perdedor, también es porque soy un tipo tranquilo. Es una paradoja: la razón por la que soy contratado al final se convierte en la razón por la que soy despedido.
    

Lo cuenta en su libro, “Liderazgo tranquilo”, que es un buen libro de fútbol, teniendo en cuenta lo que puede dar de sí… el fútbol.
    

El Madrid, en efecto, no quiere líos. ¿Ramos? Ramos. ¿Varane? Varane. ¿Marcelo? Marcelo. ¿Lucas? Lucas? ¿Isco? Isco. Éste, señores, es un trabajo para toda la vida. Después de un año negro en blanco, ¿necesita un descanso el Madrid?
   

 –¿Cuándo descansa Greta Garbo y cómo descansa? –llegó a preguntarse Alfonso Reyes en contemplación de una garza–. ¿El reposo es un ahorro de esfuerzo? ¿O será, pues, una mera convención mecánica, como el conceder honor al lado derecho?
    

El Madrid es la Greta Garbo del fútbol, y Garbo fue la culpable, según Ruano, “de que toda nariz un poco escasa se quiera completar con una ceja alta y cargada de desdén”. Por eso está aquí Ancelotti, el hombre de la ceja que descubrió la siesta.
    

Me gusta la costumbre española de echar una siesta después de comer. Un par de horas, quizá.
    

Pero a los ingleses los cautivó con la ceja, no con la siesta, que aún le era desconocida. Ellos, los ingleses, presumen de entender el lenguaje de las cejas (“Esa forma de hablar es la nuestra”), pues hace un siglo que el “Times” dividió el mundo en “cejialtos” y “cejibajos”; “highbrows” y “lowbrows”, hallazgo que llegó a España por la “Revista de Occidente”: pasaron del “prig” (“pedante”) al “highbrow”, más humilde y más cargado de desprecio: el sarcasmo perfecto. “Highbrow” es la ceja de Kathleen Turner en la cama de “Fuego en el cuerpo” y “highbrow” es la ceja de Ancelotti en la rueda de prensa de Valdebebas, dijimos para saludar la primera venida de Ancelotti al Madrid.
    

Un Madrid guarecido bajo la ceja de Ancelotti, cuya primera rueda de prensa nos ha transportado al 11 de abril de 1954, que pasa por ser el día más aburrido del siglo XX, según un estudio de la Universidad de Cambridge que, con trescientos millones de datos agitándose en la coctelera de un procesador, sólo encontró destacables unas elecciones belgas y el nacimiento de un académico turco.
   

 Ibrahimovic, uno de los colaboradores del libro de Ancelotti, dice en ese libro que en el descanso siempre sabes si pasa algo porque a Ancelotti las cejas se le arquean. A Ancelotti, pues, hay que mirarle a las cejas como a los toros, al decir de Domingo Ortega, hay que mirarles a las orejas, para saber qué van a hacer.
    

Yo estaba sentado y pensé: “Ahora revienta”. Carlo nos hablaba y tenía delante una caja, y de pronto le dio una patada, salió volando y me dio en la cabeza. “Joder”, me dije, “pues sí que está cabreado”.
   

 La ceja de Ancelotti es lo que Ancelotti llama “arco de liderazgo”. Su primer arco de liderazgo en Madrid duró un par de temporadas: salió del club con una lesión de cuello, como si hubiera sido mal ahorcado. Poca cosa, después de haber pasado por Berlusconi, Abramovich, Pérez y Nasser Al-Khelaifi. Su ídolo literario es Vito Corleone, que desprende la tranquilidad que a Ancelotti le gusta.
    

En el Madrid, un año después de conseguir la Champions al primer intento, pagué el precio: el puesto de trabajo. Como habría dicho Corleone: “No es nada personal, sólo negocios”.
    

A Ancelotti le encanta “El Padrino”·porque la película demuestra que las dos cosas más importantes son “el respeto y la autoridad serena”. Quizás por eso tiene inversiones en una empresa que investiga en válvulas cardíacas, y hasta asistió a un congreso de cardiología en California. Y de repente suelta:
    

–En el fútbol necesitamos más pensamiento lateral.
    

La “lateralidad” es una especialidad de la escuela de comentaristas de Álvaro Benito, a cuyos miembros no se les cae de la boca. Hasta entonces, la lateralidad era para mí el lado de carga del borracho y del toro mal apuntillado camino del desolladero.
    

Ancelotti seguramente sea el tipo más inteligente que anda por el fútbol. Otra cosa es que este momento sea su momento en el Madrid.


Eriksen

Fernán Gómez

LO DE ERIKSEN


    Lo de Christian Eriksen nos ha impresionado más porque se trata del único futbolista danés que nos es familiar, después de años de tabarrón para traerlo al Madrid cuando jugaba en el Tottenham, el equipo de los positivistas lógicos, como Kane y Bale. Como futbolista, Eriksen nos dejaba indiferentes, pues uno no imaginaba a Julia Roberts poniéndose la camiseta de Eriksen como se puso la de Fellaini. Mas como personaje Eriksen nos caía simpático porque es una mezcla de Fernando Fernán Gómez en “Balarrasa” y de Albert Boadella mirando por un tubo. Única sólo es España, cuya TV sacó de una fideuá al médico del Elche para que contara qué le había pasado a Eriksen en un césped de Dinamarca.

[Lunes, 14 de Junio]