Francisco Javier Gómez Izquierdo
Ayer tarde nos acercamos a mi patio favorito. El que cuida Rafael en la calle, uno diría más bien calleja, del Trueque. El patio ya no concursa. Pertenece a la Asociación de los Amigos de los Patios, pero Rafael es quien lo atiende y conserva para que cada primavera podamos contemplar cómo las flores gozan reventando junto a la serenidad placentera de los dos iconos del barrio de San Lorenzo: Rafael y su pozo abrazado por rosas del color de su nombre. Sabemos que ambos arrastran muchos decenios pero no nos atrevemos a poner edad. Todos los mayos se nos muestran igual: espléndidos y arreglados con la cautivadora sencillez que gastan los más elegantes.
-Éste año no traes gente de tu tierra -me dice Rafael socarrón e incansable explicador de los misterios de la floración.