FEDERICO FELLINI
1920-1993
Federico Fellini, “el señor de la imagen”, fue despedido por ochenta mil
paisanos en Roma, con su viuda, Giulietta Massina, y sus amigos
Zefirelli, Antonioni, Gassman, Viti, Gavras, Lattuada, Mastroiani y
Ekberg, Anita Ekberg, la imperecedera musa de La dolce vita. El
cardenal Silvestrini, que oficiaba el funeral, citó una frase
felliniana: “Nada se sabe, todo se imagina.” Y durante la Misa fueron
interpretados un Oratorio de Nino Rota, autor de la música de muchas películas del maestro, y el De Profundis
de Mozart. Amó a Roma: “Tan pronto como llegué a Roma, tuve la
sensación de estar en casa. Éste es el secreto de Roma: no es estar en
una ciudad, es estar en un departamento privado.” Y amó al circo, y
Ramón Gómez de la Serna dio por sentado que aquel que más noches de
circo tuviera en su haber antes entraría en el Reino de los Cielos.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)