jueves, 6 de junio de 2019

Neandertales

El Roncero de la ciencia


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Si les asusta el estado de la política, echen un vistazo al estado de la ciencia, bendecida por el último descubrimiento de Arsuaga, el Buffalo Bill de Atapuerca:

Los neandertales no creían en dios.
Como los centristas, que tampoco creen en dios, y como lo escriben con minúscula, como mandaba a escribir fray Gerundio las cosas menudas, dejan en el aire lo que realmente piensan del Dios gordo, con mayúscula, el toro de Madrid, del que huyen las figuras. Como los neandertales.
La ciencia, que para nuestros abuelos era una lengua bien hecha, en el caso de Arsuaga es una lengua bien suelta (“nosotros los intelectuales” es su muletilla) que hoy reúne en una frase la religión, la filosofía y la ciencia, como en tiempos de Moisés. Arsuaga es ese “Homo loquax” a cuyos enigmas dedicó Tom Wolfe su último libro, “El reino del lenguaje”, con la perrita de Darwin pasando cada página con el rabo.
–¿Religión? No tiene usted más que observar “a mi perra”… –aduce, científicamente, el buen Darwin–. Un perro considera a su amo como un dios.
Los nihilistas de Dostoyevski, como no tienen perrita que los distraiga, sostienen que nunca ha habido un pueblo sin religión, es decir, sin noción del bien y del mal. Un pueblo es pueblo sólo mientras tiene su propio Dios individual. Así han creído todos los pueblos desde el principio de los tiempos.
La primera señal de la descomposición de la nacionalidad ocurre cuando los dioses empiezan a ser comunes: entonces los dioses mueren  junto con la fe en ellos y con los pueblos mismos.
La doctrina de Arsuaga de que no hay diferencia esencial entre progresista y neandertal (suya es también la idea del “homo sapiens” putero) sería tan subversiva como la de Darwin de que tampoco la hay entre hombre y animal, que inspiró el “Dios ha muerto” de Nietzsche, que vio que esa noticia despojaría a Occidente de toda moral y causaría al cabo de una generación “guerras como nunca se han librado antes”.

El eclipse total de todos los valores.