martes, 10 de junio de 2014

La calle





Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    El debate está en la calle, dicen los tertulianos.

    Y me viene un titular que el domingo daba el periódico de Burgos, mi pueblo: “800 burgaleses piden en la calle un referéndum sobre la república”.

    Portaban una pancarta (“Es la hora del pueblo”) y debía de estar allí reunido todo el comunismo de Estado (monárquico) de la provincia, desde el jefe provincial Palacios (justicia poética) hasta el concejal Salinero (rojo con manchas, en la capa de los toros).

    –¡Vagos! –les gritó una señora andante.
    
A lo que, según el periódico, “un grupo de republicanos” respondió acercando el megáfono a la señora y coreando “¡Fascistas, burgueses, / os quedan pocos meses!”, aunque se ve que la señora era bragada y a los puños en alto contestaba con “peinetas” de la clase Aragonés (Luis).
    
Se supone que algo así quieren decir los tertulianos cuando dicen que el debate está en la calle. Y si en una calle de Burgos te arriman a la oreja un megáfono con lo del “¡Fascistas, burgueses, / os quedan pocos meses!”, la cosa viene caliente. Desde luego, como circular de reclutamiento tiene poco que ver con aquel manifiesto de Marañón, Ayala y Ortega y su programa rosicler de la República. Tampoco la situación de ahora es comparable con “el grado postrero de la descomposición del Estado” que denunciaba aquel triunvirato de cursis que añoraban la República de Figueras, Pi, Salmerón y Castelar, que en un año dejó de pagar la Deuda… y a los empleados.

    Desde fuera, el Estado se ve hoy más fuerte que entonces, y al corriente de pago con las nóminas de todos estos republicanos de tercera (“¡A por la Tercera!”, es su lema), de Pablo Iglesias a Cayo Lara, personaje de cuyo pensamiento antimonárquico los medios nos mantienen informados en tiempo real.
    
Cayo Lara, que no ha leído una palabra de Marx, tampoco ha leído una palabra de Plutarco, pero, en tanto que comunista de Estado, se tiene por el primer repúblico del pueblo en esta hora. Y no me sorprendería que lo fuera.