miércoles, 9 de octubre de 2013

Ojeras




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    El feminismo rampante es el Santo Oficio de las señoras, consagrado a la supresión de la “herejía” en los clubs de mujeres solas.
    
¿Utilizarán las herramientas de la ley como mujeres, para todas las mujeres? –preguntó la feminista MacKinnon cuando dos mujeres llegaron al Tribunal Supremo de Minnesota.
    
Aquí vamos más lejos, y la feminista Grandes denuncia la falta de mostacho en el aspecto de la juez Alaya, que no es de Minnesota, la tierra de los diez mil lagos, aunque viene de Écija, el pueblo de las diez mil torres.
    
Victoria Kent no se fiaba de las mujeres en las urnas, y peroraba en el Congreso contra el voto femenino haciendo uso de su ademán favorito, que consistía en mover el brazo hacia el pecho, lentamente, para cerrar después la mano con prisa, “como si cazase una mosca cerca de la axila izquierda”.
    
Grandes abre algo la mano y resuelve no fiarse únicamente de las mujeres como Alaya, que sale de casa peinada y pintada, en vez de peinarse y pintarse en la parada del bus, como las obreras.
    
Así que, en lugar de discutir de feminismo y pragmatismo con Richard Rorty, como MacKinnon, Grandes discutiría de colores para la cara con el Manolo Escobar de “Qué guapa estás”.
    
Su estética empezó a inquietarme mucho antes que su ética –dice Grandes de Alaya.
    
Es el caso del consejero de Justicia andaluz cuando mostró su extrañeza por que Alaya, pese a tanto trabajo, siguiera “tan guapa”.

    En la República, los correligionarios del consejero miraban a las manos para descubrir a los curas, y así podían haberse llevado por delante a un Juan Ramón, siempre impecable, de gris y con guantes que tiraba en la acera después de estrechar una mano sudorosa.

    Si la ojera es la medida feminista del trabajo, a Alaya no le va a quedar otro remedio que subirse a la trasera del tranvía y dejarse ver tan contenta, para que, al descubrirla, el cobrador, como hacían con los golfillos en el Madrid castizo, le eche arena a los ojos.