Matías, corbata azul, llegando al palco de Vista Alegre el sábado
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Matías es el presidente de los toros en Bilbao, el depositario del prestigio, la plaza de Bilbao, que garantiza cuernos, seriedad y reglamento.
El sábado, con Fandiño, torero local, encerrado en solitario, sobre la arena negra, con los más reputados barrabases de la cabaña brava, el público pidió una oreja, y a mi lado una aficionada con perfil de sílex, en bisbiseo laico, salmodiaba:
–¡Aguanta, Matías! ¡Matías, aguanta!
Y Matías aguantó. Y no hubo (justamente) oreja.
En la vida, como en los toros o el fútbol, se trata de aguantar, a lo Matías.
Aguantar la ruidajera mediática con la Eurocopa y ese fútbol salido, en general, como de una escuela de verano de Goyo Manzano (ex profesor, por cierto, de Ponce, ya que de toros hablábamos).
Las selecciones son inferiores a los clubs, y sus competiciones, más asequibles, pues marca hasta Torres, que era el nuevo Manolo Clares (“¡Manolo, marca ya!”, le gritaba Cruyff en el Barçelona), aunque esto nos lo discuta Petón, el tío que lleva dicha la frase de la Eurocopa:
–Es mejor meter más que menos.
O sea, todo lo contrario de Van der Rohe y su “Less is more”, lo que indica que el choque España-Alemania, también en fútbol, es total.
Me fijo en Matías para aprender a aguantar el tabarrón de pañuelos mediáticos pidiendo orejas para el tiquitaca de Xavi y sus amigos (¡898 pases en el partido con Irlanda!), a nueve puntos del Madrid de Mou en la Liga española, pero con cartel de único en la Eurocopa, donde Silva (silva de varia lección) hace cosas de Guti que llevan a la prensa a exigir su fichaje por el Madrid, ya que todo el gasto del Barça de Tito parece destinado a defensas: Alba, el Alvesito zurdo, y un central como el Cata del Atleti, es decir, nombres que, eufónicamente, no den el cante anti-cantera, como Chigrinski.
Mourinho acabó con la cantera del Madrid el día que no alineó a Carvajal, que estaba sancionado, y acabará con el equipo campeón si no ficha Silva, cuyo corolario sería… Torres, de hacer caso del periodismo deportivo, que en España es hoy el belenestebismo (de Belén Esteban) de los señores, con su griterío de corrala y todo, mientras la flor y nata de nuestros universitarios se enfrenta a la siguiente cuestión práctica:
–Sergio Ramos, presa del pánico por la responsabilidad que tenía en sus botas, calcula mal los parámetros de un penalti y el balón, de masa “m”, es lanzado formando un ángulo Pi / 4 con la vertical y con una velocidad igual a la mitad de la velocidad de escape. El balón nunca llegó a la portería contraria. Suponiendo conocido el radio y la masa de la Tierra, Rt y M respectivamente, y despreciando la rotación de la Tierra y el rozamiento del aire: a) Calcule las constantes del movimiento del balón b) Si la estación espacial internacional describe una órbita circular de radio de 3Rt, ¿deben temer sus ocupantes un posible impacto del balón?
Si os gusta el tiquitaca, ahí tenéis un garbanzo para marear en la boca de un viejo.
Bandera del Cid en Briviesca, Burgos
GOLES Y GULES
Somos el único pueblo entrenado por un marqués, Del Bosque (en oro, un bosque al natural, terrasado de sinople), que en el Combinado Autonómico fue a Luis lo que en el Barcelona Tito es a Pep, a quien dice querer como a un hermano, aunque quien lo puso en el mapa fue Mou. Sobre la idea de una dentadura oscilante, Luis inventó el tiquitaca y Del Bosque estira el chicle… en campo de gules, pero ahora dice un experto en heráldica que, debido a un error, el escudo federativo del Combinado Autonómico representa a la Casa de Borbón… en Francia.
Bandera del Cid en Trespaderne, Burgos
